Viejo Iel Mar
Después del amanecer, cuando el sol está a dos horas de altura, ve el viejo un grupo de aves marinas de largas alas negras girando en elcielo sobre él. Las aves le indican la presencia de unos grandes dorados. Santiago persigue a las aves y a los peces, pero van demasiado rápido y se le escapan. El viejo sigue remando, sabe que su "pescado grande" tiene que estar en alguna parte.
A lo largo del día, confusos pensamientos atraviesan su mente, desde el béisbol y su venerado Di Maggio, cuyo padre fue también pescador, hasta laposibilidad de que la gente lo considere loco por hablar consigo mismo. Es en medio de esos pensamientos, que siente un vivo tirón en uno de los sedales. En este punto de la historia comienza el verdadero duelo entre Santiago, el viejo, y su mar, representado por un pez, enorme e increíblemente duro.
Santiago permite al pez que lo arrastre con él, es un pescador paciente y experto y sabe que elpez va a cansarse, a necesitar alimento y él va a poder acercarse lo suficiente para clavarle su arpón en el corazón. Después de cuatro horas, el viejo se pregunta cómo será este pez al que todavía no ha visto. Después de la puesta del sol y para distraerse del dolor causado por la postura forzada para sostener el sedal, vuelven sus pensamientos al béisbol, desearía tener una radio, como la genterica, para escuchar los partidos y enterarse de los resultados. Después de una noche entera sosteniendo el sedal para evitar que el pez se escape, Santiago siente los efectos del cansancio y el dolor de la vejez. Extraña al muchacho. "Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable", piensa Santiago. Se alimenta de pescado crudo para recobrar la energía suficiente para la pelea que seavecina. Siente pena por este pez, tan grande y maravilloso, pero sabe que tiene que matarlo. Recuerda, con tristeza, la ocasión en la que él y el muchacho pescaron una de dos agujas que iban en pareja. El macho de esta especie siempre deja comer a la hembra primero. La hembra luchó desesperadamente por su vida. Y el macho nunca la abandonó. Tanto Santiago como Manolín sintieron tristeza, le pidieronperdón a la hembra y le abrieron el vientre con rapidez para que no sufriera.
Empieza a ponerse el sol por segunda vez. El viejo, para darse fuerzas, recuerda un momento de su vida cuando, siendo más joven, había pulseado con "el gran negro Cienfuegos" durante todo un día y toda una noche, en Casablanca. Y había ganado. Entonces no era viejo sino "Santiago El Campeón".
Al caer la noche,el viejo, cansado, se recuesta contra la madera gastada de la proa, decide usar los remos para sujetar el sedal y poder descansar. Vuelve a sentir pena por el gran pez que no tiene nada que comer. Santiago siente que el castigo del anzuelo es malo para el pez. Pero el castigo del hambre y el encontrarse frente a una situación que no comprende es lo peor.
En sus sueños aparece primero una...
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