Vigencia antonio josé de sucre

ANTONIO JOSÉ DE SUCRE EL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO. VIGENCIA DE SUS VALORES A LOS 215 AÑOS DE SU NACIMIENTO Y 180 DE SU MUERTE.

En todos los sentimientos, especialmente en aquel que gobierna la admiración, hay que tener un prodigioso sentido de la medida a pesar de lo desmesuradas que puedan ser las pasiones. A veces tenemos la obligación de encontrar nuevas dimensiones para renovar la visiónde las cosas, para renovar la apreciación de los legados y para entenderlos en las diversas mutaciones de la vida, de las experiencias. Es una manera de aprender una y otra vez que cada modelo, cada ejemplo, cada obra, cada pensamiento, se aviva en el tiempo y en cada circunstancia. El hombre se nutre de la obra de su semejante. De allí las virtudes y las bajezas.

El hombre que nació en Cumanáel 3 de febrero de 1795 es un modelo extraordinario de lo más espléndido del género humano. Era una ecuación humana motorizada por una estructura móvil superior y quizás acelerada por los estremecimientos de su época. Poseía la elegancia esencial de lo refinado, sin accesorios ni estridencias. Tenía el signo de la justeza y un curioso sentido del término medio para digerir la gloria. El hombre quenació en Cumaná hace ya 215 años no fue un tejedor de sueños imposibles ni un sumiso ante los sentimientos periféricos de su centro, no era una persona propensa al bajo instinto ni un héroe de concepciones pre-edificadas. Si tenemos que definir su grandeza, ajustándonos a un preciso resumen, diríamos que fue un alma magnánima encerrada en una fortaleza de hormigón.

Antonio José de Sucre, elGran Mariscal de Ayacucho, poseía el genio de las batallas y el arte magistral de la prudencia, la habilidad y la fineza. Y tanto de esto tuvo que por ello no quiso ser nunca juguete de anarquías, tal y como lo expresó más de una vez.
Cuando fue nombrado Jefe del Estado Mayor de Bermúdez en 1817 y facultado para negociar con Mariño, el Libertador dijo “La política, más que la fuerza debe obrar enesa provincia”...Nadie mejor para intuir que tal sutileza habitaba de fondo y forma en la gravitación humana de Sucre.

Tomás Pérez Tenreiro en su obra “ Los Generales en Jefe de la Independencia” escribe [[“ Sucre es casi la perfección: reúne la formación matemática muy completa a sus conocimientos militares. Es, ciertamente, el mejor General que ha producido la América y a semejanza de muygrandes y contados Jefes, cuando el deber lo obliga a manejar un Estado, se desempeña de tal forma que provoca admiración”]].

Reflexivo y sagaz en las batallas, el vencedor de los más brillantes estrategas militares del Rey, reveló una magnífica capacidad táctica. Pero también en el genio de la guerra era notable su hidalguía y magnanimidad. “La Capitulación ofrecida a Aymerich no es otra cosa queuna formidable concepción de diplomacia y negociación siempre ceñida a lo justo y real”.

Los dramas consecuentes de la gesta libertaria y la construcción de naciones no escapan a las lúcidas cavilaciones del héroe. Allí radica la inmensa universalidad del Gran Mariscal. Su concepción de la unidad, del Estado y la armonía son piezas maestras que mueve Sucre en el tablero de sus pensamientos.Estos son los circuitos que lo conectan con Bolívar, estos son los lazos umbilicales que producen aquella maravillosa simbiosis de simpatías. Más allá de la capacidad de Sucre, fue su devoción por la causa republicana, lo que activó en el Libertador el ánimo para confiarle las más altas misiones. Pero la arquitectura de la “gran amistad” se basó en la semejanza del sentido de las grandezas, en lapulcritud del espíritu, en lo insólito de sus inteligencias.....La estrecha vinculación entre ambos la concreta el Libertador en una carta dirigida a Sucre desde Bogotá el 28 de octubre de 1828: ” Yo le he dado a Ud. el ser de Simón Bolívar. Sí, mi querido Sucre, Ud. es único conmigo, excepto en su bondad y en mi fortuna”. Para Bolívar Sucre era “inmaculado” por considerarlo limpio de escorias...