Violencia en el fútbol
En las dos últimas décadas se han propuestovarias soluciones:ampliar las porterías para paliar la lenta cadencia entre goles; lapresencia de un cuarto árbitro y cambio del color del uniformearbitral, esos señores de negro y malos augurios; laprofesionalizaciónde los colegiados y el cambio de sistemas de designación; elendurecimiento de las penas en el reglamento para perseguir el juegoviolento; quitar las vallas de los estadios paraevitar la sensación deenjaulamiento a los espectadores, eliminar las localidades de pie; lamejora de la seguridad en los estadios...
Todas estas medidas se han desarrollado, desde 1987, a partirdelConvenio Europeo sobre violencia en el deporte, en el artículo 66º dela Ley del deporte de 1990 y en el artículo 12 del Reglamento Jurídicode las Sociedades Anónimas Deportivas (1).
Los riesgos de laviolencia verbal
La mejora de conductas comprende acciones de prohibición, deprevención y de modos alternativos. Hasta ahora se ha trabajado muchomás en las dos primeras que en la tercera.
Elpanorama es complejo porque para una parte de aficionados, elfútbol sirve para expresar una identificación, dar sentido a su vida ymejorar su estima hasta el punto de convertirse en algo propio porloque luchar y de sustituir a la pareja o la familia.
El fútbol alivia las frustraciones y acoge a todo el mundoorganizando a sus aficionados en simpatizantes, seguidores o hinchassegún el grado...
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