Voces en mi cabeza

Otra vez aquí sentado en el mismo lugar que ayer, la soledad y el silencio son mi única compañía, las horas pasan lentamente cual tortuga, y la tranquilidad que arrulla mi espacio, me empieza adesesperar. En medio de mi intranquilidad, una vaga y difuminada escena inunda mi mente, no logro distinguir bien lo que sucede, al parecer un pobre niño semidesnudo que se encuentra ahí sentado, mira conatención a una mujer, bañada en el efecto del el alcohol, que con una de sus manos toma un dragón de acero, el cual de su boca despide una erupción la cual atraviesa como alfiler la cabeza de aquellapobre desdichada.
Que tristeza y que coraje me da, ¿Cómo una madre puede dejar a su hijo bajo el cuidado de el olvido?, acaso ¿no lo quiere?, si ella es su madre, se suponme que lo ama, como puededejarlo siendo su cría un ser tan indefenso, tan frágil, tan pequeño, ¿como vivir solo en un mundo oscuro y sombrío gobernado por el diablo? Aquí es, donde el cariño solo se puede encontrar en el cenode aquella quien te dio la vida, en donde el único refugio que te protege de aquellas bocas llenas de veneno, y de las lamas con cuerpo henchidas de blasfemias, está en la maldita que se quito lavida y te abandono.
Un estrepitoso tintinar rompe con el silencio que alberga mi casa, y me desprende de aquella escena tan triste. Ya es media noche, las campanadas golpean mi cabeza, y al golpe decada una, murmullos horribles empiezan a atormentar mi alma. Ese ruido en mi cabeza me desespera, no se que hacer, lo que al principio eran murmullos, ahora son voces distorsionadas, que me lastiman yme rasgan por dentro, no puedo hacer nada para detenerlo, solo quiero que pare, me tomo de las orejas y grito para ya no escuchar, pero todo es inútil, la oscuridad me abraza y no puedo salir de ella,en mi alama siento un odio que florece, y que no comprendo. De un momento a otro, todo se aclara, las voces se vuelven una, me habla, y en eso comprendo que el que habla es dios y me dice: -¿ya no...