Were Have You Been

Capitulo 1.
Las 8:20. Sí, las 8:20 de un sábado. El sonido del despertador retumbó por toda mi habitación, haciéndome levantar a toda velocidad. ''Hoy va a ser un gran día'' diría mi madre; se me olvidaba el simple hecho de que ella ahora dormía, mientras yo acompañaba a mi padre a su 'taller familiar'. Estiré vagamente las sabanas, me coloqué una sudadera gris pues, a pesar de ser verano a las8 siempre refrescaba, y más si hablamos de Nueva York. Sí, Nueva York, cuántas sorpresas escondía tal ciudad, todos los días se aprendía algo nuevo, por simple que fuera. Terminé mi coleta dejando algunos mechones de mi cabello castaño caer por debajo de mis orejas y me miré una última vez en el espejo. Estaba todo lo bien que podía estarse un sábado por la mañana fuera de la cama.
- ¡Corre ollegaremos tarde! No sabes la de trabajo que tengo- Dijo mi padre.
Sí, sí lo sé. Tienes tanto como para tener que llevar a tu hija de 17 años para ayudarte.
Simplemente asentí.
Llegamos poco después al taller de coches, no estaba a más de 5 manzanas. Divisé a mi tío nada más salir del coche, era el tío más infantil del planeta, aún no entiendo que hace trabajando en el taller pudiendo ser payasoen un circo.
- ¡Siempre tarde!- Suelta, y después se ríe.
- Díselo a mi hija- Ríe mi padre también. Mi padre se adelanta para abrir la puerta.
- ¿Qué tal sobri? Anda qué... Traerte un sábado a trabajar, tiene pecado- ¿Tenía que recordármelo? Solo asiento y sonrío a medias- Tranquila, ¡Lo pasaremos bien!
¿Veis? A eso me refería con la persona más infantil del universo.
- Lía, quédate allí, enla parte trasera, hay un coche que necesita pintura y unas nuevas llantas, creo que podrás hacerte cargo.
Claro, llevo viniendo aquí siempre que tus trabajadores no podían.
- Vale, papá.

Entre tantas herramientas me pierdo, tornillos, alicates, martillos, tenazas, destornilladores, tuercas, más tornillos...
Me hago con mis cascos, subo el volumen de la música y me pierdo en las ruedas deaquel coche, parece bastante bueno, de alguno de esos que es aficionado, que vive por los coches, sí, eso es.
Cuando termino, descanso un poco y cojo pintura, aquello me gusta.
Azul eléctrico, oh sí. El tiempo corre, quizá solo segundos o minutos, o quizás horas, no lo sé, peor cuando me quiero dar cuenta noto unas manos sobre mi hombro, adiós tranquilidad. La música se corta, y mis cascosdesaparecen rápido de su posición anterior. Me giro con cara de pocos amigos esperando encontrarme a mi padre, pero vaya, ya quisiera mi padre. Un chico alto, de grandes espalda, que viste una sudadera pija acompañada de unos vaqueros caídos, y que se me queda mirando fijamente con unos ojos miel, y un cabello castaño de ensueño, ah, y lo más importante, sostiene mis cascos.
- Já- Digo intentandorecuperar la posición del principio, es decir, la firmeza- ¿Qué haces?
- Deberías bajar el sonido de tus cascos o te quedarás sorda, te llamé 10 veces.
- ¿Porque tú me lo digas? Devuélveme mis cascos.- Digo dando un paso hacia él-
- ¿Porque tú me lo digas?- Dice imitándome. Y da un paso atrás.
- Tómalo como quieras.
- A ver que escuchabas...- Sujeta mi iPod, y observa la pantalla por unos instantes-Where have you been all my life? Oh, bonita canción- Dice asintiendo con la cabeza.
- Bien, ¿Me lo devuelves ya?
- Hey- Ríe- ¿No te enseñaron a pedir las cosas por favor?
- ¿No te enseñaron a ti a no robar?
- No sé, pero a ti lo del carácter seguro que sí- Y rió mientras observaba a su alrededor.
Se quita los cascos de alrededor de su cuello, y me devuelve el iPod. Su mano roza la míaproduciendo algo raro dentro de mí, me pongo nerviosa y vuelvo a mirarlo con cara de perros. Entonces ríe.
- ¿Y querías...?- Digo borde.
- ¿Así tratáis aquí a los clientes?
- A algunos sí.
- Entonces no debéis tener muchos...
- Tampoco viene gente tan idiota como tú, ya sabes, dije 'a algunos sí'.
- Ah, me incluyes, bien.
- ¿Y querías...?- Vuelvo a repetir.
- Mi coche está ahí fuera, le dieron...