Yo Derroqué Al Dictador
Páginas: 7 (1598 palabras)
Publicado: 21 de abril de 2011
Tunez después de la revolución
El 14 de enero, después de casi un mes de protestas y manifestaciones multitudinarias, Ben Alí renunció al poder. Lo sucedió el Primer Ministro, Mohammed Ghannouchi, su hombre de confianza. Nuevas protestas, exigiendo la renuncia de todos los representantes de partido de Ben Alí, obligaron a su dimisión el 27 de febrero. El mismo día el presidente delparlamento Fued Mebaza asume la presidencia del gobierno de transición.
Las primeras acciones de cambio político real fueron la disolución del histórico partido de Ben Alí, el Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD) y la convocatoria a elecciones para una Asamblea Constituyente, que redactará una nueva constitución.
Disuelto el parlamento, se encargará de organizarlas la Alta Instancia para laRealización de los Objetivos de la Revolución, un órgano de 155 miembros que representa prácticamente todas las fracciones políticas de Túnez.
La Alta instancia resolvió la semana pasada prohibir la participación en las elecciones de todos aquellos que ocuparon cargos de gobierno o en el RCD, desde 1987 hasta 2011. Resolvió sorprendentemente además, que las listas deben estar conformadas porigual cantidad de hombres que de mujeres, alternados de uno en uno, lo cual asegurará una altísima participación femenina.
Yo derroqué a un dictador
Aymen estaba en primera final frente al Ministerio de Asuntos Internos el día que renuncio Ben Alí. Cuenta orgulloso que salió en todas las televisiones del mundo.”No lo podíamos creer. Simplemente empezamos a llorar, no lo podíamos creer”.Aymen tiene 22 años, estudia licenciatura en lengua inglesa y vivió toda su vida bajo la dictadura de Ben Alí. “Derrocamos a Ben Ali pero todavía tenemos que derrocar al régimen” agrega Fowed. Sentados en una mesa en la que éramos tres al principio y en la que terminan siendo doce hablando a la vez, Fowed y sus compañeros me cuentan como derrocaron a Ben Alí. Cuentan como mentían a sus padres paraescaparse a las protestas, como aprendieron a defenderse del gas lacrimógeno “con pañuelos empapados en leche y limón” y como corrían a esconderse de la policía “en las casas de los vecinos, que nos abrían la puerta y nos llamaban”. Como souvenir de la revolución, Fowed tiene en su casa una bomba de gas lacrimógeno que no explotó. “Dice made in USA” cuenta con picardía. La sensación de orgullo,de fortaleza casi inocente, la alegría que transmiten, es increíble. “No me importaba morir. A nadie le importaba. Preferíamos morir a seguir viviendo con miedo.” También fue el temor a las brutales represalias de Ben Alí lo que los impulsó a seguir luchando.”No teníamos nada que perder” agrega Aymen.
Junto a otros compañeros de universidad creó una ONG para monitorear las elecciones de julio.Su mayor temor es que los ex integrantes del disuelto RCD funden nuevos partidos y se unan luego en una coalición parlamentaria que les permita seguir gobernando. La prohibición de presentarse a las elecciones a los ex miembros del gobierno le inspira confianza en que se produzcan verdaderos cambios. “El antiguo régimen solo se preocupaba de complacer a occidente, para perpetuarse en el poder.No pensaban en los tunecinos. Nosotros tenemos que controlar lo que haga el nuevo gobierno, para que la muerte de los mártires no haya sido en vano. Nosotros derrocamos a Ben Alí, no vamos a volver atrás.” dice convencido.
Que se vayan todos
A tres meses de la caída de Ben Alí, las protestas continúan día tras día, pese a la fuerte presencia del ejército en las calles. Hay tanques a lolargo de toda la avenida principal, Habib Bourghiba, donde fueron las históricas manifestaciones. A pocos metros de la Plaza 7 de Noviembre está el Ministerio de Asuntos Internos, lo que fuera el símbolo de la represión del régimen: desapariciones, detenciones arbitrarias, tortura, y sobre todo, sede de la policía secreta. El edificio, una construcción cuadrada y oscura, está actualmente rodeado...
El 14 de enero, después de casi un mes de protestas y manifestaciones multitudinarias, Ben Alí renunció al poder. Lo sucedió el Primer Ministro, Mohammed Ghannouchi, su hombre de confianza. Nuevas protestas, exigiendo la renuncia de todos los representantes de partido de Ben Alí, obligaron a su dimisión el 27 de febrero. El mismo día el presidente delparlamento Fued Mebaza asume la presidencia del gobierno de transición.
Las primeras acciones de cambio político real fueron la disolución del histórico partido de Ben Alí, el Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD) y la convocatoria a elecciones para una Asamblea Constituyente, que redactará una nueva constitución.
Disuelto el parlamento, se encargará de organizarlas la Alta Instancia para laRealización de los Objetivos de la Revolución, un órgano de 155 miembros que representa prácticamente todas las fracciones políticas de Túnez.
La Alta instancia resolvió la semana pasada prohibir la participación en las elecciones de todos aquellos que ocuparon cargos de gobierno o en el RCD, desde 1987 hasta 2011. Resolvió sorprendentemente además, que las listas deben estar conformadas porigual cantidad de hombres que de mujeres, alternados de uno en uno, lo cual asegurará una altísima participación femenina.
Yo derroqué a un dictador
Aymen estaba en primera final frente al Ministerio de Asuntos Internos el día que renuncio Ben Alí. Cuenta orgulloso que salió en todas las televisiones del mundo.”No lo podíamos creer. Simplemente empezamos a llorar, no lo podíamos creer”.Aymen tiene 22 años, estudia licenciatura en lengua inglesa y vivió toda su vida bajo la dictadura de Ben Alí. “Derrocamos a Ben Ali pero todavía tenemos que derrocar al régimen” agrega Fowed. Sentados en una mesa en la que éramos tres al principio y en la que terminan siendo doce hablando a la vez, Fowed y sus compañeros me cuentan como derrocaron a Ben Alí. Cuentan como mentían a sus padres paraescaparse a las protestas, como aprendieron a defenderse del gas lacrimógeno “con pañuelos empapados en leche y limón” y como corrían a esconderse de la policía “en las casas de los vecinos, que nos abrían la puerta y nos llamaban”. Como souvenir de la revolución, Fowed tiene en su casa una bomba de gas lacrimógeno que no explotó. “Dice made in USA” cuenta con picardía. La sensación de orgullo,de fortaleza casi inocente, la alegría que transmiten, es increíble. “No me importaba morir. A nadie le importaba. Preferíamos morir a seguir viviendo con miedo.” También fue el temor a las brutales represalias de Ben Alí lo que los impulsó a seguir luchando.”No teníamos nada que perder” agrega Aymen.
Junto a otros compañeros de universidad creó una ONG para monitorear las elecciones de julio.Su mayor temor es que los ex integrantes del disuelto RCD funden nuevos partidos y se unan luego en una coalición parlamentaria que les permita seguir gobernando. La prohibición de presentarse a las elecciones a los ex miembros del gobierno le inspira confianza en que se produzcan verdaderos cambios. “El antiguo régimen solo se preocupaba de complacer a occidente, para perpetuarse en el poder.No pensaban en los tunecinos. Nosotros tenemos que controlar lo que haga el nuevo gobierno, para que la muerte de los mártires no haya sido en vano. Nosotros derrocamos a Ben Alí, no vamos a volver atrás.” dice convencido.
Que se vayan todos
A tres meses de la caída de Ben Alí, las protestas continúan día tras día, pese a la fuerte presencia del ejército en las calles. Hay tanques a lolargo de toda la avenida principal, Habib Bourghiba, donde fueron las históricas manifestaciones. A pocos metros de la Plaza 7 de Noviembre está el Ministerio de Asuntos Internos, lo que fuera el símbolo de la represión del régimen: desapariciones, detenciones arbitrarias, tortura, y sobre todo, sede de la policía secreta. El edificio, una construcción cuadrada y oscura, está actualmente rodeado...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.