A Proposito De Conductas Domesticas

En alguna ocasión tuve la suerte de escuchar al prestigioso psicoanalista doctor Saul Peña Kolenkausky, en un evento sobre corrupción, organizado por la Contraloría General de la República. En unaparte de su disertación, explicaba cómo la raíz de un problema como la corrupción podía tener de alguna forma “origen doméstico”, señalando que muchas veces, los actos de violencia de un padre contra lamadre o los hijos, dejaban en estos una total sensación de injusticia, que hacía ver al agresor como un personaje que estaba por encima de la ley y por ende asimilando sus efectos e interiorizandotal situación, con la posibilidad de ser replicados por los agredidos en el futuro, bajo la misma premisa de impunidad e injusticia.

Por cuestiones académicas y de investigación volví a toparme conel doctor Peña a través de uno de sus libros, en el cual señala que “(…) desde una perspectiva vivencial, subjetiva, íntima e intrapsíquica cada persona es atravesada por la historia cultural,política y económica de su comunidad y por la relación que establece con grupos e instituciones (…)” [1].

Al integrar estos planteamientos y relacionarlos con ciertos comportamientos que probablemente nosresulten conocidos, encontramos una primera luz para comprender el problema de la corrupción desde la perspectiva de la razón de la conducta corrupta.

Efectivamente, más allá del ejemplo citado,es necesario valorar en la justa medida el efecto de las conductas domésticas y su vinculación con el fenómeno de la corrupción. O acaso quien sale de su hogar dispuesto a conducir un vehículo sincontar con la licencia respectiva ¿puede aducir que desconoce la ley? o aquel conductor que sabiendo que ha consumido licor en nivel superior al permitido decide conducir su vehículo en dichas condiciones¿puede aducir el mismo desconocimiento?

Estas personas asumen un riesgo basado en la presunción de sentirse por encima de la ley o simplemente han interiorizado el concepto de que en la...