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ACTO SEGUNDO

Calentona espera detrás de la puerta mientras que ÉL está en la otra habitación.
—Calentona: ¿Se puede?
—ÉL: Pasa Calentona, el cadáver está en el mismo lugar de siempre.
Antona va vestida con ropa barata, pelúca, delantal y pendientes. Estropajo, escoba y un cubo de limpieza. Deja la escoba junto al cubo y se amarra el delantal en la cintura.
—Calentona: buenos díasseñor.
—ÉL: buenos días Calentona.
—Calentona: para mi nada de buenos, lo único que me falta es encontrar un muerto debajo de la alfombra!
—EL: Wut!? ¿Por qué dices eso Calentona?
—Calentona: Porque hay veces en que no sé que es mejor, tomar unas cuantas aspirinas o cortarme la cabeza.
—EL: -tomó el diario que estaba en la oficina; indiferente- No lo dudes, córtate la cabeza.
—Calentona: Empecépor el apartamento 18 y me recibió el señor completamente en cueros, ¡Cúbrase! le dije y me respondió 'Guarda tu mojigatería para después que hoy ando con el diablo en el cuerpo y huelo a infierno'
—EL: Calentona dime ¿Yo huelo a infierno?
—Calentona: Está pasao' señor.
—EL: Gracias.
—Calentona: Luego en el 35 fundí la aspiradora, me resbalé con el jabón y rompí un espejo. La viejita sepuso histérica.
—EL: Pero luego gracias a Dios llegaste aquí.
—Calentona: Sí, porfin llego a una casa... 'decente'.
—Él: ¿Y cómo se consigue volver el alma al cuerpo Calentona?

—Calentona: ¿Se siente bien señor?

—Él: Ah, sí, sí. Completamente purificado, casto y puro. Como un cuerpo glorioso. Es curioso, pero esta mañana me siento viudo, libre.

—Calentona: Ah, ¿Y la señora?

—Él:Requiescat in pace.

—Calentona: ¿Qué dice?

—Él: Que duerme como una muerta.

—Calentona: Ay, no diga eso, señor, que trae mala suerte. Un tío mío, el pobre, se acostó cantando… y amaneció afónico Eh ¿terminó su desayuno, señor?

—Él: Creo que sí, algo me quitó el apetito.

—Calentona: Bueno, entonces voy a llevarle el desayuno a la señora.

—Él: ¡No! No conseguirás que trague nada,Calentona. (Quitándole la bandeja de las manos). Lo estropeas todo con tus prisas, Por eso te resbalas en los jabones y quiebras los espejos… (Acercándose mucho a ella). Parece que anduvieras huyendo de algo. Lo peor de todo es huir, Calentona. Aunque se haya matado a alguien… Eso es malo para la presión y para los nervios. Si hay tiempo para todo (Él le pone a mano en la cintura). Me gustó eso quedijiste de “que huelo a infierno y que soy decente”. Repítemelo otra vez, ¿quieres?...

—Calentona: (En voz baja) ¡Ya, pueh, no se ponga calenturiento que la iñora puede venir!

—Él: Shhh.. no vendrá

—Calentona: Sí, todos siempre dicen lo mismo. Tendría que estar muerta para no escuchar los gritos que doy todas las mañanas para librarme de los agarrones. ¡Suélteme!

—Él: Eres completamentetonta, pero tienes un encanto animal, creo que se me volvió a meter el diablo al cuerpo...

—Calentona: (Feliz). ¿De veras?...

—Él: Palabra, Calentona, dime, ¿estás enamorada, tienes algún pretendiente por ahí?

—Calentona: ¿Qué es eso? No cacho nada de eso, soy pura y virginal para tales cosas...

—Él: ¿Me vas a decir que no has oído hablar del amor?

—Calentona:(Perpleja). Me suena,pero son solo rumores...

—Él: No es posible, Calentona, yo te lo haría pero me tengo que afeitar las piernas.

—Calentona: Pero señor, los hombres no se depilan las piernas, debería hacerlo en sus brazos y pecho.

—Él: Pero si eso es tan importante más aún, que la laca para el pelo, los cupones premiados o los supositorios o los condones.

—Calentona: ¿De veras?

—Él: Lógico. Eso selo enseñan a uno en primero básico.

—Calentona: Bueno, lo que pasa es que una no ha estudiado, con suerte se contar. 1..3..4...¿2?

—Él: ¡Pero si basta con leer las enciclopedias, Antona! (Él va hacia un mueble bajo y coge un grueso libraco). Vamos a ver, vamos a ver,… Amor, amor, aquí está. Amor: “Afecto por el cual el hombre busca el bien verdadero…”. Y no hay que confundirlo, Antona,...