~Una Cajita De Música~

~Una Cajita De Música~
Austria, 1940 

-¿Qué es eso?-preguntó ella.

-No lo sé-contestó él, evaluando el objeto que llevaba en sus manos-.Creo que puedo abrirlo.

   Así era. Cuando las manos del pequeño levantaron la tapa de aquel objeto, una melodía comenzó a sonar. Del susto, el objeto cayó al suelo, y ellos se apartaron, temerosos de que pudiera hacerles algún daño. Aquel pequeñoobjeto era una caja de madera muy decolorada, en cuya tapa semi arrancada de su lugar, fue grabada la Estrella de David. Ella, al ver que no les iba a hacer daño, se acercó cautelosamente, evaluando la caja desde una prudente distancia. La tapa no estaba completamente abierta, así que la terminó de abrir y la música se hizo algo más fuerte. De la caja salió una bailarina de porcelana, de ropajes rosasy mejillas coloradas. Sus cabellos castaños estaban recogidos en lo alto de su cabeza, y su cuerpo estaba en una posición elegante, como si de un cisne se tratase. Claro que los niños no sabían qué era aquello.
   La bailarina estaba de pie ante ellos, en el centro de la caja, dando vueltas al son de la música. Los niños se acercaron y se sentaron a su alrededor.

-Es muy bonita-comentó laniña-¿Quién crees que será?

-Una princesa…-divagó el niño-.Un hada… A lo mejor es una bruja.

-Las brujas no son tan bonitas-insistió la niña-.Seguro que es una princesa. ¿Cuál crees que será su historia?

   El niño cruzó los brazos y empezó a pensar. Quería contarle una buena historia a su amiga, pero no encontraba la manera de empezarla. Finalmente, se decidió.

-Cuenta la leyenda-dijodubitativo-que hace mucho tiempo en este pueblo, en esta misma casa, hubo un castillo muy bonito. Todas las personas se quedaban mirándolo impresionados cuando lo veían. El rey y la reina eran muy queridos por la gente, pero más querida era su hija, la princesa Mäla, que era una chica muy guapa y delgada, como la de la cajita. Su ropa siempre era muy cara y elegante. Por ejemplo, tenía un vestido muylargo hecho de plata y con cintas de oro… o unos zapatitos de cristal… Tenía muchas cosas así de bonitas.

   Ella le miraba, con los ojos como platos, impresionada. No conocía a nadie que contara mejores cuentos que su amigo, y eso le gustaba. Sus cuentos siempre trataban sobre princesas raptadas por dragones o por príncipes que debían vencer a las malvadas brujas. Incluso una vez le contó elcuento de un hada que se parecía a ella.
Siempre le escuchaba con atención. No perdía ni una sola de sus palabras, y recordaba todas y cada una de sus historias. Así ejercitaba su memoria, decían.

-Pero,-prosiguió él-la princesa no era feliz. Quería ser por un día como aquellas chicas del pueblo que no tenían nada. Las veía felices sin poseer todo lo que ella tenía. Por eso un día se escapó yse fue al bosque.

-¿Y qué pasó?-inquirió su amiga, intrigada.

-Ehm…-murmuró, pensativo-En el bosque se quitó su preciosa ropa y se puso un saco de patatas.

-¿Un saco de patatas?-repitió ella.

-Un saco de patatas-asintió él-.Entonces siguió andando por el bosque y al final encontró un grupo de gente. Había chicos y chicas, y la acogieron. Al final la princesa cumplió su sueño de vivirun día como la plebe. Pero claro, tenía que volver al castillo, aunque no quisiera. Se despidió de sus nuevos amigos y se fue.

-¿Y qué pasó después?-presionó ella, picada por la curiosidad-¿Ahí se termina el cuento?

-Un momentito que piense-interrumpió él-.Entonces ocurrió una cosa. Uno de los chicos que la acogieron en el bosque se había enamorado de ella, y la siguió hasta el castillo. Lospadres de la princesa no le dejaron entrar, y él se puso muy triste-continuó relatando mientras la niña soltaba un suspiro de pena-.Pero la princesa sabía que le quería y que estaba allí, así que salió a recibirle, aunque sus padres no quisieran. Abrazó al chico y les dijo: “Mamá, papá, yo le quiero. O le aceptáis aquí o me voy con él.” Y los padres se rindieron y dejaron que se quedara. Y fin....