Y Jesús les habló otra vez
la historia de la infancia del Salvador en estas pocas palabras:”Vivia, con sus padres y les estaba sumiso”, porque en efecto, la sumisión es la virtud capital en aquella edad, y lacondición indispensable para progresar en la ciencia y en la virtud. Fue obediente hasta la cruz, pues había venido a salvar al mundo del pecado, pudo tener riquezas y gloria en este mundo, pero aceptoel dolor y agravio por todos nosotros, siendo obediente al Padre.
Humildad.
Siendo así que el orgullo es el principio de todo pecado y causa segurísima de toda perdición, nuestro divino Maestropuso especial cuidado en enseñarnos lla humildad. “Aprended de mi, dijo, quien soy manso y humilde de corazón, y lograreis paz y tranquilidad para vuestras almas”.
Muchas veces ocultaba sus milagros,y prohibía a los que había curado que publicasen el beneficio recibido. Cuando, después de la milagrosa multiplicación de los peces y panes, quiso el pueblo proclamarlo rey, despidió a sus discípulosy se fue solo al monte, porque, según declaro muchas veces, no buscaba su gloria, sino la de su Padre Celestial.
Dulzura y mansedumbre.
A la más profunda humildad juntaba una dulzura de caráctery una mansedumbre incomparables.
A nadie despreciaba, ni manifestaba el menor desdén; los pobres, los pequeñuelos y todos los desgraciados encontraban en El cariñosa acogida y muchos consuelos.“enseño el camino de Dios según la verdad, y nunca hizo distinción de personas”.
Misericordia.
No se puede ponderar la misericordia de Jesucristo para con los pecadores que querían cambiar, de vida:recibidlos con bondad, visitabalos en sus hogares, a veces hasta se sentaba a comer en la mesa con ellos. A los que encontraban excesiva su condescendencia, les respondía: ”No he venido a buscarjustos, sino pecadores; porque no necesitan de medico los que están buenos, sino los que están enfermos”
Paciencia y perdon.
Soporto pacientemente los defectos de sus apóstoles, los lamentos...
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