Ámbitos De La Cultura
La cultura del positivismo rechaza el futuro al celebrar el presente. Cuando sustituye lo que debería ser por lo que es, reprime la ética como categoría de la vida y reproducela idea de que la sociedad tiene vida propia, independiente de la voluntad de los seres humanos.
Marcuse, expresa lo siguiente:
“El reconocimiento y la relación con el pasado como presente contrarrestan la funcionalización del pensamiento por y en la realidad establecida. Se oponen activamente al cierre del universo del discurso y la conducta; hacen posible el desarrollo de conceptos quedesestabilizan y trascienden el universo cerrado al comprenderlo como un universo histórico. Enfrentado a la sociedad dada como objeto de su reflexión, el pensamiento crítico se convierte en conciencia histórica; como tal, es esencialmente juicio”.
Examinaremos la influencia de la cultura del positivismo en el proceso de la enseñanza, particularmente la manera en que los educadores definieron lateoría y la práctica educativa en el aula.
La racionalidad del campo curricular ocupa un lugar central la idea de objetividad y neutralidad. Guiada por la búsqueda de confiabilidad, consistencia y predicciones cuantitativas, la práctica educativa positivista excluye de su paradigma el papel de los valores, los sentimientos y los significados subjetivamente definidos. Los criterios bien seconsideran como datos subjetivos que aportan poco a las metas de la enseñanza.
George Beauchamp, reconoce que las teorías curriculares de base normativa tienen su lugar en el campo, pero, fiel al espíritu de su propia concepción, nos recuerda que necesitamos madurar en el uso de modos convencionales de investigación, antes de pretender tener el ingenio indispensable para elaborar nuevos modos. En esteargumento subyacente de la superioridad de la eficiencia y el control como metas educativas se acepta como un dato previo y luego se señala como un justificativo racional de los modelos curriculares que consagran como principios orientadores.
En esta forma de racionalidad educativa falta la interacción dialéctica entre el conocimiento, poder y la ideología; las fuentes de esa ausencia puedenencontrarse en la confusión entre objetividad y objetivismo, una confusión que una vez definida, pone al desnudo los pilares ideológicos conservadores del paradigma educativo positivista.
Cuando el objetivismo reemplaza a la objetividad, el resultado, como señala Bernstein, “no es una doctrina epistemológica inocente y errada”. Se convierte en una poderosa forma de ideología que acalla la lucha de laconciencia y no deja ver a sus adherentes la naturaleza ideológica de su propio marco de referencia.
“EL OBJETIVISMO ES UNA PIEDRA ANGULAR DE LA CULTURA DEL POSITIVISMO”
En sentido crítico, el talón de Aquiles de la cultura del positivismo en la pedagogía escolar pública es su negativa a reconocer su propia ideología, así como la relación entre conocimiento y control social.
El conocimientodel aula se aborda, con frecuencia, como un cuerpo externo de informaciones, cuya producción parece independiente de los seres humanos. El conocimiento, entonces, llega a ser no sólo contable y mensurable, sino también impersonal. Dentro de esta concepción, el conocimiento aparenta ser independiente del contexto; es decir, se divorcia de las tradiciones políticas y culturales que le dan...
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