189401 683221 1 SM Polanyi
Nuestra obsoleta mentalidad de mercado (1947)
La civilización debe encontrar un nuevo modelo de
pensamiento 1
Our Obsolete Market Mentality (1947)
Traducción de Arturo Lahera Sánchez
El primer siglo de la Era de la Máquina está llegando a su fin entre miedo e
inquietudes. Su fabuloso éxito material se debió a la voluntaria, incluso
entusiasta, subordinación del ser humano a lasnecesidades de la máquina. El
capitalismo liberal fue, efectivamente, la respuesta inicial del ser humano a los
desafíos de la Revolución Industrial. Con el fin de permitir un amplio uso de una
compleja y potente maquinaria, transformamos la economía humana en un
sistema de mercados autorregulados y forjamos nuestros pensamientos y valores
en el molde de esta singular innovación.
Hoy comenzamos a dudarde la verdad de algunos de esos pensamientos y de la
validez de algunos de esos valores. Al margen de en los Estados Unidos de
América, es difícil afirmar que el capitalismo liberal siga existiendo. Cómo
organizar la vida humana en la sociedad de la máquina es una pregunta a la que
volvemos a enfrentarnos. Por detrás del desgastado tejido del capitalismo
competitivo se entrelaza el presagio deuna civilización industrial, con su
paralizante división del trabajo, la estandarización de la vida, la supremacía del
mecanismo sobre el organismo, de la organización sobre la espontaneidad. La
propia Ciencia está hechizada por la locura. Ésta es la preocupación continua.
Polanyi, Karl (1947): “Our Obsolete Market Mentality”, Commentary, número 3,
páginas 109-117. Posteriormente reeditado enDalton, George. (Ed.) (1968):
Primitive, Archaic and Modern Economies. Essays of Karl Polanyi, Boston: Beacon
Press, páginas 59-77.
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SOCIOLOGÍA HISTÓRICA 3/2013: 567-583
SOCIOLOGÍA HISTÓRICA (SH)
Ninguna mera reversión a los ideales del siglo pasado puede enseñarnos el
camino. Debemos desafiar el futuro, aunque pueda implicarnos un intento de
cambiar el lugar de la industria en la sociedad, deforma que pueda ser asimilado
el hecho extraño de la máquina. La búsqueda de la democracia industrial no es
solamente la búsqueda de una solución a los problemas del capitalismo, como la
mayoría de la gente imagina. Es la búsqueda de una respuesta a la propia
industria. Aquí reside el problema concreto de nuestra civilización.
Un régimen como éste requiere una libertad interior para la que estamosmal
preparados. Nosotros mismos nos encontramos anquilosados por la herencia de
una economía de mercado que nos ha trasmitido perspectivas simplificadas de la
función y rol del sistema económico en una sociedad. Para que la crisis pueda ser
derrotada, deberíamos recuperar una visión más realista del mundo humano y
dar forma a nuestros objetivos comunes a la luz de ese reconocimiento.
Elindustrialismo es un vástago precariamente injertado en la existencia secular
del ser humano. El resultado de este experimento está sopesándose todavía. Pero
el ser humano no es un ser sencillo y puede morir de más de una forma. La
cuestión de la libertad individual, tan apasionadamente planteada por nuestra
generación, es sólo un aspecto de este angustioso problema. En verdad, forma
parte de una necesidadmucho más amplia y más profunda: la necesidad de una
nueva respuesta al desafío total de la máquina.
LA HEREJÍA FUNDAMENTAL
Nuestra situación puede ser descrita en estos términos: la civilización industrial
todavía puede destruir al ser humano. Pero puesto que la eventualidad de un
ambiente progresivamente más artificial no puede, no será y, de hecho, no
debería ser voluntariamente descartada, latarea de adaptar la vida, en un
entorno como ése, a los requerimientos de la existencia humana debe resolverse
si el ser humano va a continuar en la tierra. Nadie puede predecir si una
adaptación como ésta es posible o si el ser humano puede perecer en el intento.
De ahí el tono sombrío de esta preocupación.
Mientras tanto, la primera fase de la Era de la Máquina ha seguido su curso. Ha
implicado...
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