Accion de tutela

EL MUNDO COLOMBIANO INVADIDO POR LA PARAPOLÍTICA

Qué hacer frente a la presión armada de las Auc en la política colombiana?,¿Cómo revolver la legitimidad a la rama judicial de la administración de justicia?
Estos y muchos más son los interrogantes que a diario se realizan los colombianos, tratando de buscar el porqué de todo cuanto sucede a su alrededor; para dar respuesta a estoscuestionamientos es necesario entender y comprender que la estructura paramilitar colombiana ha sufrido diferentes mutaciones en su proyecto ideológico, el cual se ha mostrado a la opinión pública desde sus comienzos como una organización protectora de la riqueza local, guarda del lucrativo negocio de los narcóticos, aliada de las fuerzas militares en crímenes de lesa humanidad y emuladora de untergiversado Estado Social de Derecho. A estas funciones, de modo insospechado se ha sumado la electoral. En departamentos como el Cesar, Córdoba y Magdalena solo por nombrar algunos, el panorama para la democracia es desalentador, la población civil no puede votar por el candidato ni por la propuesta que le parezca, de antemano debe hacerlo por una persona determinada incluso desconocida en la región.Así mismo los poderes legislativo y judicial no son efectivos para contrarrestar la acción de las autodefensas en el rol público, el primero le concedió el status político y el segundo actúa débilmente, lo que se debe por un lado a la intervención directa de esta agrupación en la independencia de la justicia, en el criterio de los jueces y los fiscales, con el uso de amenazas, secuestros,asesinatos selectivos, desplazamientos, desapariciones forzadas frente a este clima de hostilidad permanente los funcionarios deben acomodar sus decisiones frente a las conductas delictivas y fallar con favorabilidad más aun cuando se trata de violaciones a los derechos humanos. por otro lado, a actividad judicial ve comprometida su autonomía porque no cuenta con la protección del Estado para hacer frentea la presión armada, lo que lo hace responsable en gran medida de la consolidación de la estructura paramilitar.
Como se ha visto el paramilitarismo ha cobrado fuerza propia, sigue vivo pese a la desmovilización, muchas personas dejaron las filas en búsqueda de empleo y de los privilegios estatales, muchos no han logrado reincorporarse a la vida civil y se han unido de nuevo a lo que escuchamoscomo “grupos emergentes”, considerados como una nueva clase social o mejor decirlo un status social que de una u otra manera sitúa al individuo en una pirámide social .
De este modo; es necesario aceptar que en nuestra realidad exista la complicidad que entre el paramilitarismo y decenas de dirigentes políticos; descubiertos por el proceso de Justicia y Paz hace cuatro años aportando decenas detestimonios y evidencias a las investigaciones de jueces y magistrados que llevan los procesos de para-política, asegurando con pruebas evidentes la existencia de reuniones, pactos, documentos y videos entre ‘paras’ y políticos regionales y locales.
Gracias, en parte, al proceso de Justicia y Paz, se ha puesto en evidencia hasta dónde llegó el fenómeno de complicidad entre congresistas,alcaldes, gobernadores, diputados, concejales, así como miembros de fuerza pública y funcionarios de Fiscalía, y DAS en varias regiones del país, con el terror paramilitar.
Lo anterior nos permite hacer memoria a mediados del año 2006, periodo en el cual la justicia se topó con un gran número de pruebas que pusieron al descubierto los nexos entre líderes políticos y funcionarios regionales ynacionales, con grupos paramilitares que operaron en distintas partes de la geografía nacional; seguidamente tenemos el último informe de Corporación Nuevo Arco Iris (CNAI), en julio del 2010, dando a conocer la existencia de procesos vinculados con el paramilitarismo contra 3 gobernadores, 5 alcaldes y 6 concejales elegidos para el periodo 2007- 2011, y contra 16 ex gobernadores, 38 ex alcaldes, 12 ex...