Agujeros negros
comenzó en la singularidad del big bang y que iría hacia un final, bien en la
singularidad del big crunch['gran crujido', 'implosión'] (si el universo entero se
colapsase de nuevo) o bien en una singularidad dentro de un agujero negro (si una
región local, como una estrella, fuese a colapsarse).Cualquier materia que cayese
en el agujero sería destruida en la singularidad, y solamente el efecto gravitatorio de
su masa continuaría sintiéndose afuera. Por otra parte, teniendo en cuenta los
efectoscuánticos parece que la masa o energía de la materia tendría que ser
devuelta finalmente al resto del universo, y que el agujero negro, junto con cualquier
singularidad dentro de él, se evaporaríay por último desaparecería. ¿Podría la
mecánica cuántica tener un efecto igualmente espectacular sobre las singularidades
del big bang y del big crunch? ¿Qué ocurre realmente durante las etapas muytempranas o muy tardías del universo, cuando los campos gravitatorios son tan
fuertes que los efectos cuánticos no pueden ser ignorados? ¿Tiene de hecho el
universo un principio y un final? Y si esasí, ¿cómo son?
Durante la década de los setenta me dediqué principalmente a estudiar los agujeros
negros, pero en 1981 mi interés por cuestiones acerca del origen y el destino del
universo sedespertó de nuevo cuando asistí a una conferencia sobre cosmología,
organizada por los jesuitas en el Vaticano. La Iglesia católica había cometido un
grave error con Galileo, cuando trató de sentarcátedra en una cuestión de ciencia, al
declarar que el Sol se movía alrededor de la Tierra. Ahora, siglos después, había
decidido invitar a un grupo de expertos para que la asesorasen sobre cosmología.Al final de la conferencia, a los participantes se nos concedió una audiencia con el
Papa. Nos dijo que estaba bien estudiar la evolución del universo después del big
bang, pero que no debíamos...
Regístrate para leer el documento completo.