ARMINDA
En el año 43’ Arminda le escribió una carta a Melanie Klein en busca de consejos “técnicos”, y Melanie le contestó atentamente, una por una a sus preguntas -no sinagregar que estas cosas se aprenden con la experiencia-. A las madres hay que dejarlas fuera del consultorio, aunque a veces no hay más remedio que dejar que entren.
Arminda Aberastury traducía alcastellano a Melanie Klein, quien nunca reconoció que, simultáneamente, su traductora, rápidamente, se transformó en una prestigiosa analista de niños. Durante más de diez años se negó sistemática yamablemente, cada vez que Arminda le enviaba un trabajo suyo, a darlo a conocer en la Sociedad Británica, argumentando que aún no estaba a la altura de los standares exigidos en Inglaterra. Armindaobviamente mantuvo en secreto la verdadera índole de su “correspondencia” con Melanie Klein, pero de esta época (1943-53) datan algunos casos clínicos publicados por la Revista de la A.P.A, donde se veperfectamente por qué Melanie Klein no la reconocía como una buena analista kleiniana: Arminda no terminaba de entender “bien” la importancia del análisis de la transferencia negativa, y lo que es másgrave, cada tanto citaba a Anna Freud, cuando para el circulo psicoanalítico keiniano era innombrable .Diez años de correspondencia, en la que casi no hablaban de psicoanálisis sino de cuestiones“técnicas” concernientes a la edición de los libros y artículos de Melanie Klein en castellano.
A diferencia de Melanie Klein, Arminda le otorgaba efectos traumáticos a múltiples acontecimientos en lavida del niño. En la hora de juego, se podían -y debían- encontrar los elementos que confirmaran lo dicho por los padres.
La canasta de juegos también era una verdadera obsesión “técnica”. En MelanieKlein, los juguetes eran simplemente “pequeños juguetes”, un mero recurso auxiliar para facilitar la “asociación libre”. Para Arminda en cambio la canasta era “infaltable”, una especie de objeto...
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