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Páginas: 12 (2922 palabras)
Publicado: 2 de diciembre de 2015
Materia: DIRECCIÓN DE MODELOS
Libro: Cada vez que decimos adiós
Autor: John Berger
Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1997
¿A CUÁNTO VA?
(Para Yves, le motard)
Chezery-Porens
Postal francesa.
Cuanto más miro estas fotografías, más me desconcierto. Me pregunto por un
momento si se trata de simple fatiga mental. Las fotos en sí no sonconfusas; por el
contrario, como fotografías, en la primera lectura, son más bien directas. Fotos de
lugares comunes. Del tipo de las que podrían tomar un agrimensor o un inspector de
policía.
Las cuatro imágenes han sido extraídas de un libro de fotografías en blanco y
negro de ciento un municipios rurales próximos a Belfort, Francia. Tienen nombres
tales como St. Dizier-l’Evêque, Lagrange, Chaux,Felon. ¿Podría haber algo más terre à
terre? Y, entonces, ¿por qué el vértigo? ¿Por qué esta especie de extremis? ¿Frente a
qué?
Cualquier fotografía nos recuerda algo que hemos olvidado. En esto —y en otros
aspectos— la fotografía es lo opuesto a la pintura. La pintura registra lo que el pintor
recuerda. Pero como cada uno olvida cosas diferentes, una foto, mucho más que una
pintura, puede cambiar susignificado según quien la mire.
La excitación que produce la fotografía deriva de una carga de memoria. Este
efecto se hace evidente cuando se trata de una foto de alguien que conocimos alguna
vez. Una casa en la que vivimos. Nuestra madre cuando era joven.
Pero en otro sentido, conocimos alguna vez todo lo que reconocemos en
cualquier foto. Ahí está la hierba que crece, por ejemplo. Las tejasde un techo que
siempre se mojan de la misma manera. Aquí, una de las siete formas en que sonríen los
jefes. Un hombro de mujer, no de hombre. La forma precisa en que se derrite la nieve.
La memoria es una facultad extraña. Cuanto más agudo y más aislado es el
estímulo que recibe la memoria, más se recuerda; cuanto más abarcador, se recuerda
con menor intensidad. De ahí que la fotografía enblanco y negro sea quizá,
paradójicamente, más evocativa que la fotografía en color. Estimula una descarga más
rápida de recuerdos porque es menos lo que se nos entrega, es más lo que se ha dejado
de lado. Y, sin embargo, quien nunca visitó el Franco-Condado ha estado de algún
modo en los cuatro sitios de las cuatro fotos que tengo frente a mí; hay mucho allí que
podría recordar.
Ha estado allí. ¿Perodónde exactamente? Yo mismo podría localizar los
municipios en el mapa, pero eso no responde la pregunta. Para llegar a cualquiera de
estos sitios, para volver a encontrar lo que ha sido visto, tendríamos que viajar. Y sin
embargo, nunca volveríamos a encontrar esa imagen porque el tiempo ha pasado. Pero
si en cambio viajáramos de la manera adecuada, habría alguna posibilidad de encontrar
algo muysimilar, aunque fuera a mil kilómetros de allí. Depende de cómo lleguemos
allí, porque el lugar es un estado mental más que un punto en un mapa de pertrechos
militares.
Aun sin saber qué era exactamente lo que estaban buscando, estos fotógrafos
salieron a mirar. En algunos mapas turísticos las vistas panorámicas están marcadas de
la siguiente forma:
(((aquí va símbolo que no puedo transcribir)))Los fotógrafos de este libro buscaban lo que nunca nadie había registrado, pero
no necesariamente tierras vírgenes, desconocidas. Buscaban lo que la gente ve
funcionalmente todos los días: el lugar por donde se cruza la calle para ir a la panadería,
el lugar donde se refugia el caballo cuando llueve; el lugar donde Gastón cortaba
madera el último otoño. Aquello que la gente ve funcionalmente todoslos días pero
nunca enmarca mentalmente. Buscaban un país entre lo que nos resulta familiar y lo
nunca visto. Para llegar allí, a ese país, es necesario viajar de un modo particular.
No basta mirar por una ventana. No hay autopistas que nos conduzcan allí.
Nadie podría darnos indicaciones, porque no sabríamos qué preguntar. En este viaje el
camino más habitual tiene algo de advertencia más que...
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