Bécquer
1836.Su padre fue pintor y dejó huérfano a Adolfo a los cinco años.
A los nueve años quedó huérfano también de madre y salió del anterior
colegiopara ser acogido por su madrina de bautismo. A la edad de
diecisiete años dejó a su madrina y a la buena posición que ésta
le proporcionaba para viajar a Madrid en busca de fortuna a través
delcampo de las letras que se le daba con facilidad.
No era fácil subsistir de la literatura y a lo que Bécquer le
abundó fueron escaseces, por lo que se vio obligado a servir de
escribiente en laDirección de Bienes Nacionales, donde su
habilidad para el dibujo era admirada. Así volvió
Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de
poca demanda por lo que alternó estaactividad con la elaboración
de pinturas.
Tiempo después encontró una plaza en la redacción de
"El Contemporáneo" y fue cuando escribió la mayoría de sus
leyendas y las "Cartas desde mi celda".En 1862 vivió con Bécquer su hermano Valeriano, uno
escribía artículos y el otro dibujaba y pintaba;
mucho les costó a los hermanos salir adelante de su infortunio y
con el tiempo lograronestabilidad que les
permitió a uno retratar por obsequio y al otro escribir por entusiasmo.
Gustavo Adolfo Bécquer
dejó sus "Rimas"; en el género de las leyendas escribió la
célebre "Maese Pérez elOrganista", "Los ojos verdes", "Las hojas
secas" y "La rosa de pasión" entre varias otras. Escribió esbozos
y ensayos como "La mujer de piedra", "La noche de difuntos", "Un
Drama" y "El aderezode esmeraldas" entre una variedad similar a
la de sus leyendas. Hizo descripciones de "La basílica de Santa
Leocadia", el "Solar de la Casa del Cid" y el "Enterramiento de
Garcilaso de la Vega",entre otras. Por último, escribió "Los dos Compadres",
"Las jugadoras", la "Semana Santa en Toledo", "El café de Fornos"
y otras más.
En septiembre de 1870 murió Valeriano, duro golpe para ...
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