Calidad
Acepta la señora que el sistema educativo “aportaba el capital humano, (en el “antiguo régimen”), que era el adecuado y necesario para las necesidades del país”. Se desprende de lo anterior que el sistema educativo nacional satisfacía los requerimientosque hicieron posible sostener una tasa de crecimiento económico alta y sostenida (7 por ciento anual entre 1950 y 1980), lo que hoy, infortunadamente, no se tiene. Sin embargo, la presidenta vitalicia del SNTE sostiene que vivíamos “en una sociedad cerrada”: “El Estado hegemónico (de aquellas épocas) tenía entre sus funciones (contener) a una sociedad en “una engañosa situación de equilibrio”.
Ycuando ese Estado, según ella, decide cambiar de modelo, lo “hace preservando su función de control”. En sus palabras: “todo tiene que cambiar, pero el que sigue mandando soy yo”: el Estado omnipotente. En su disertación arguye que ese “modelo cerrado de ninguna manera habría podido detonar un desarrollo económico acelerado, ni auspiciar modelos de éxito puesto que su función controladora nopermitía el desarrollo de la sociedad (…)”. Primera contradicción; sostuvo antes que la tasa de crecimiento, en esa “cerrazón”, era alta y sostenida. Hoy, en cambio, puede decirse que el país se encuentra estancado.
Cuando el Estado decide cambiar de modelo ¿a cuál, sería la pregunta?), “los resultados fueron parciales, los resultados incoherentes y el país no logró salir del subdesarrollo” (términoanacrónico, por cierto). Y, siguiendo su perorata, responsabiliza al Estado por la “educación que tenemos (que es) incompatible con las necesidades que el país reclama para su buen desarrollo. Se tienen “avances mínimos y retrocesos máximos”, escasa competitividad, concentración de la riqueza y pobreza en aumento. En pocas palabras, ella percibe un Estado irresponsable que desperdicia un magisterioabnegado y un dirigencia sindical orientada a promover el bienestar social y el desarrollo integral de un país que, con el pasar del tiempo, cada día se ve más desvalido: sin proyecto que permita generar una expectativa de la sociedad más o menos plausible. Por tanto, nos dice la lideresa sindical que “debemos generar las acciones para mejorar la calidad de la educación, pero tendremos quereconocer el costo que ello implica”. Para ello se requerirán mayores recursos fiscales: más dinero, para resumir.
Después de leer el texto de la señora Gordillo uno puede ofrecer dos conclusiones: el sistema educacional mexicano necesita más dinero y, el SNTE, se haría de más recursos de los que ya dispone. La otra sugiere que la lideresa pide eso a cambio no para mejorar la calidad de la educación,...
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