Coca-Cola Empresa Informacion
Robert Woodruff tomó a Coca-Cola de la mano cuando era nada más que una empresita incipiente que vendía un jarabe oscuro con burbujas y escalón por escalón la hizo subir hasta sentarla en la cumbre: junto con las "Stars and Stripes" (Estrellas y rayas) de la bandera de los Estados Unidos. De ser la patente de un vendedor de medicamentos en 1886, Coca-Cola es hoy sinónimo de la mayorpotencia del mundo.
Se necesitó a Robert Woodruff para conseguirlo. Multimillonario casi desconocido para el público, miembro del evasivo círculo de poder de los Estados Unidos, Woodruff murió el jueves 7 de marzo, a los 95 años, en el hospital de la Universidad de Emory, en Atlanta. Georgia, su ciudad natal. Hacía alrededor de diez años que había decidido relegar la conducción directa deCoca-Cola. Sin embargo, su tenacidad y su dinamismo quedaron para siempre impresos en esta compañía, que es la esencia de todo lo que representa Norteamérica: el éxito económico rotundo a través del trabajo sin tregua. Manejaba su imperio desde su espaciosa oficina del cuarto piso del edificio de Coca-Cola, en Atlanta. No solía dar órdenes directas, ni firmar contratos ni despachar memorandos. Su pobrepresencia era sólida, pero invisible. Supo rodearse de un grupo de firmes individualistas, avezados hombres de negocios que no aceptaban órdenes de nadie, pero que le respondían con una lealtad incondicional. Dominaba la compañía con la fuerza de su personalidad y su incansable energía, prestando gran atención al detalle y delegando funciones a su selecto equipo de colaboradores.
En su cumpleaños70 estaban todos reunidos en su oficina. Hacían chistes y había un clima festivo. Uno de los viejos miembros del grupo dio un discurso que refleja el costado autoritario de Woodruff, quizás el motor más importante detrás de toda su obra: "Esta fiesta está mal organizada. Tendría que ser en honor nuestro y no de Woodruff. Somos nosotros los que hemos sobrevivido la coexistencia con él. Hoy haydocenas de nosotros aquí, pero somos solamente los casos ambulatorios, los heridos que aún podemos seguir caminando. Legiones de nosotros bajo su mando hemos vivido vidas saqueadas, corriendo detrás de barcos, ómnibus, aviones y trenes, saltando en respuesta a sus campanazos, timbrazos o bramidos, cantando nuestra letanía sin fin: 'Sí señor, sí señor, así es señor, como usted diga, señor. Arrancando anuestros hijos fuera de los colegios, arrastrando a nuestras familias alrededor del país, haciendo todo lo que no resulta natural. Nunca fue nada tan duro para nosotros. Es por eso que opino que esta fiesta debería ser en nuestro honor, en reconocimiento por nuestras cicatrices, moretones y lastimaduras''. Cuentan que Woodruff se unió a la carcajada general. Ver su imperio florecer y extender susbordes sin límites era el único tipo de recompensa que necesitaba. La pública jamás la buscó. Nunca quiso publicidad. Tampoco era algo demasiado recomendable dada su situación de poder político, y económico que no abarcaba solamente la ciudad base de Coca-Cola, Atlanta, sino que llegaba hasta el mismísimo Congreso Nacional.
No obstante, sus declaraciones mostraban con frecuencia un costado demodestia que muchos encontraban duro de aceptar.
Solía decir así: "Mi trabajo es vender Coca-Cola, asegurarme que la mayor cantidad de gente pueda disfrutarla. No soy un visionario, un oráculo o un filósofo, y dudo que mis opiniones en las innumerables áreas públicas tengan la información o autoridad necesaria para ser útiles o interesantes''. Esta era la imagen que quería ofrecer. Pero se sabe quelos políticos de más alto rango de la ciudad tenían la llave de su oficina privada para poder llegar a verlo sin que nadie se diera cuenta. Su opinión era escuchada. Los observadores calculan que el poder en Atlanta se repartía 50-50. Un 50 por ciento lo tenía Woodruff y el otro 50 el resto. "No es que él tome decisiones —infirió un amigo—, sólo que los otros no harían nada a lo que él se...
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