Crisis financiera eeuu
La crisis financiera internacional
Con el objetivo de estimular el crecimiento de la economía de EE.UU., desde finales de 2001 hasta el año 2005 la Reserva Federal (FED) mantuvo una política de bajas tasas de interés del dólar, las cuales oscilaron en esos años entre 1.00% y 2.50%.
Esta política alimentó una expansión del crédito y resultó efectiva, en tanto laeconomía estadounidense creció continuamente. Sin embargo, uno de sus efectos colaterales fue un incremento desmedido en el financiamiento hipotecario de viviendas nuevas y de segunda mano en EE.UU. que alcanzó niveles sin precedentes. Se estima que en la actualidad el mercado hipotecario residencial en EE.UU. asciende a 10.9 millones de millones de dólares.
Como es normal en las épocas de bajosintereses y abundante liquidez, las entidades financieras estadounidenses compitieron por ofrecer términos muy ventajosos y flexibilizaron más de lo prudente los requerimientos en cuanto a la calidad crediticia de los solicitantes de financiamientos. En estas circunstancias tomó fuerza en EE.UU. el llamado crédito hipotecario «subprime» o de alto riesgo, el cual se ofrecía a clientes con dudosohistorial crediticio, sin analizar de su capacidad de pago.
En los últimos tiempos ocurrió una serie de eventos que crearon un nuevo escenario en el mercado hipotecario de alto riego el llamado (subprime):
1. La tasa de interés interbancaria de la Reserva Federal, que sirve de referencia para el mercado crediticio, se incrementó hasta 5.25%, encareciendo el costo de los créditos, pues la mayoríade ellos había sido acordada con tasas de interés flotantes. Esta subida se debió a temores sobre un resurgimiento inflacionario.
2. Se produjo una ralentización de la economía de EE.UU., que contribuyó a una actitud más cautelosa de los compradores de viviendas.
3. La oferta de viviendas nuevas y de uso en EE.UU. comenzó a superar considerablemente la demanda. Para finales de junio elinventario de casas sin vender sobrepasaba los 4.4 millones de unidades, un nivel que requeriría 8.9 meses para venderse, al ritmo de ventas de mayo. Esto, por supuesto, determinó una disminución en los precios de las viviendas y, por tanto, en el respaldo de los créditos hipotecarios. Como resultado de estos y otros factores, en los últimos seis meses los casos de impagos de créditos hipotecarios,principalmente aquellos calificados como «subprime» o de alto riesgo, se incrementaron en un 58%.
Esta situación creó incertidumbre en los mercados, y comenzó a extenderse el criterio de que el impacto en el sector financiero y en la economía real podría ser importante.
La primera manifestación de esta situación pudo apreciarse cuando comenzaron a conocerse quiebras de firmas financierasnorteamericanas especializadas en el mencionado sector hipotecario de alto riesgo, y para hacer la situación más compleja, con los sofisticados mecanismos financieros que han surgido en los últimos años, mediante el llamado proceso de “titularización”, las deudas hipotecarias se convierten en bonos que son vendidos por los bancos prestamistas de Estados Unidos a otras entidades financieras internacionales ypor estas, a un gran número de inversores; de manera que una crisis en este sector en EE.UU. tiene ramificaciones muy extendidas y poco identificables en los mercados financieros de otras regiones.
Esta acción provocó una gran alarma, pues demostró que el contagio de la crisis de préstamos hipotecarios en EE.UU. estaba ya desbordando las fronteras de este país y creó el temor de que otrasinstituciones pudieran tomar medidas análogas, afectando seriamente la liquidez en los mercados. Ante la gravedad de la crisis, los principales bancos centrales inyectaron de inmediato grandes volúmenes de liquidez en el sistema para disipar los temores de los inversionistas. Esta rápida e importante decisión era un presagio de que se esperaban problemas de gran envergadura.
Por otra parte, muchos...
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