Cuando el arte no era por arte: símbolos en acción en "el jardín de las delicias"
Índice
Introducción……………………………………Pag 3
Desarrollo………………………………………Pag 4-7
Conclusión……………………………………..Pag 8
Bibliografía…………………………………….Pag 9
Anexo………………………………………….Pag 10
Introducción
En este ensayo se buscará establecer una relación entre arte, símbolo, religión y poder a través del análisis delos símbolos que interactúan en el tríptico “El Jardín de las delicias” de Hieronymus Bosch, específicamente de su primera parte, titulada “El jardín del Edén”.
Los siguientes párrafos buscarán, mediante la revisión bibliográfica de autores especializados en los temas tratados, legitimar esta conexión ya enunciada, sobre todo de cómo el imaginario católico/cristiano es utilizado y expandido porla obra del pintor y cómo esta constituye un bien de dominación y expansión de dicho imaginario.
Los símbolos: definición, relación con el poder y labor
La manifestación, legitimación, construcción y reconstrucción del poder ha tomado forma, en una gran parte, a través de los símbolos que las expresiones artísticas presentan dentro de ellas. El símbolo es la representación perceptible de unaidea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada (Chevalier, 2000). Al ser aceptada por un corpus social, esta idea constituye una expresión referencial del poder, en tanto que éste –el poder-, es comprendido como una fuerza que se reproduce menos desde una entidad física institucional (como una iglesia) como de una constante energía ideal, compuesta de fuerzas que se oponenestratégicamente atravesando a los individuos integrantes de una cultura, cohesionándolos por discursos tanto fácticos, materiales, como simbólicos y estéticos. Por ello, lo convencional (y dentro de ello, el símbolo) es un resultado del poder. (Foucault, 1970).
En este sentido, comprendemos que la labor artística tiene mucho más de representación social que de expresión personal, podemos leer yobservar, entre sus líneas, frases y figuras, cómo el comportamiento de sus símbolos es, a fin de cuentas, un uso intencionado de las convenciones que el poder social establece y de la posible pretensión de expandir dichas convenciones a otros, comunicándolas, obligándolas a reproducirse, imitarse, y al fin, conquistar y posicionarse como “el estilo dominante”. Por ello, símbolo y poder sonsimbiosis: sin símbolo, el poder no puede adquirir una identidad proclive a expandirse o por lo menos, a mantenerse o bien trascender. Sin poder, el símbolo simplemente es una pretensión del autor prácticamente incomprensible, incapaz de interactuar con el receptor del mismo, imposibilitando su naturaleza comunicativa, como una gramática individualista, vacua para el otro.
Para la demostración deesta relación simbiótica he escogido analizar la primera parte del tríptico del “Jardín de las delicias” conocido como “El jardín del edén”, del artista Hieronymus Bosch, obra de confusa datación, pero que, en resumen, podría remontarse desde alrededor de 1480 a 1515 (Ramírez, 2005).
El tríptico en su totalidad, sin alienar una de sus partes, establece una suerte de relato sobre el principio y eldestino final de la humanidad, advirtiendo su carácter pecaminoso y herético que culmina en una suerte de infierno donde hombres y mujeres desnudos pagan por sus pecados. El estilo del pintor presenta una ambivalencia, sin embargo: Por un lado, es característico del estilo simple que el arte flamenco acostumbraba en esos años, y por otro, su temática y abordaje de la misma son presuntamenteoriginales, dado el carácter satírico, caricaturesco, fantasioso y misterioso de la obra (Ramírez, 2005). No obstante, la preocupación que obsesionó durante toda su vida a “El Bosco”, como ha sido llamado, coincide con la que Hauser atribuye al simbolismo de esos años: El juicio final, la pasión, la creación y el pecado, donde el juicio cristiano-católico es primordial como fuente de poder y verdad...
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