Marlon Florentini Setiembre de 2014. Lo nico que hace falta para que el mal triunfe es que los buenos no hagan nada (Edmund Burke) La vieja paradoja de la naturaleza del hombre planteada por Jean Jaques Rousseau y Thomas Hobbes, parece necesaria reflexin y punto de partida para discutir sobre el planteamiento sobre si los delincuentes de hacen o nacen. Rousseau parti de una premisa bsica, lainfluencia corruptora de las fuerzas sociales para este autor, los seres humanos en estado natural son criaturas amables y es la sociedad con sus restricciones la que desencadena hostilidad y agresividad. De otro lado en concepcin de Thomas Hobbes, los seres humanos en su estado natural son bestias salvajes y es a travs de las normas y de las leyes que pueden frenar su agresividad (Aronson,2000). Esta aparente dualidad en la naturaleza humana, esa permanente lucha del bien contra el mal, ha sido la piedra angular de las concepciones religiosas de todos los tiempos y siempre ha llamado la atencin de los estudiosos de toda poca. Freud construye toda una teora segn la cual los seres humanos nacen con un instinto hacia la vida (eros) y un instinto hacia la muerte (tnatos), el predominode una de ellas otorgar motivaciones instintivas hacia la felicidad, el amor y los buenos sentimientos o hacia el rencor, la agresividad, la autodestruccin. Para este autor, el rol de la sociedad es fundamental, pues ha de orientar a las personas a sublimar el instinto negativo y transformarlo en energa positiva bajo este esquema, la naturaleza humana tendra gran responsabilidad en el origenperverso, aunado claro a algn evento traumtico temprano o aplacado por las reglas de crianza. Otros autores como Storr (1970) hacen hincapi en la capacidad destructiva del hombre los casos extremos de comportamiento brutal estn limitados al hombre y nuestro salvaje trato mutuo no tiene paralelo en la naturaleza. Lo tristemente cierto es que somos la especie ms cruel y despiadada que jams hayapisado la tierra (p.9) Jimenez-Bautista (2010), coincidiendo con Storr, defiende la tesis de que el ser humano es conflictivo por naturaleza, pero pacfico o violento por cultura, seala que no hay que olvidar que la violencia es una manifestacin cultural propia de la especie humana, aprendida y transmitida, muchas veces, de forma inconsciente, de generacin en generacin. Ningn animal, agrega, salvo elser humano, disfruta practicando la crueldad sobre otro de la misma especie sin embargo, atribuimos los calificativos de brutal, salvaje, y propios de animales, a los actos crueles practicados por el hombre. Las prcticas de tortura tan slo son conocidas, de forma universal, en la especie humana. Zimbardo (2008) intenta explicar la maldad de los hombres recurriendo a factores situacionales, ms quea factores disposicionales es decir, la situacin en la que se encuentra la persona en gran medida definira el tipo de conducta que ste adoptara. As, en una comparacin con la prctica clnica seala A veces, la persona enferma es el producto final de unos agentes patgenos del entorno, que, con independencia de los intentos de mejorar la salud de esa persona, podrn afectar a otras si no se combate.Para este autor, las culturas individualistas han contagiado tanto el prejuicio disposicional sobre la explicacin y causa de la conducta violenta, que la bsqueda casi natural del origen de la misma siempre tiende a ser, antes que nada, en las motivaciones personales, los rasgos, los genes y las patologas personales anlisis por dems errneo, por cuanto el anlisis debe enfocarse en primer lugar en elsistema en el que se inserta la persona, pues un sistema perverso o que facilita la perversidad tendr ventajas para engendrar personas con comportamientos perversos. Zimbardo asume la existencia de tres verdades psicolgicas la primera es que el mundo est lleno de bondad y maldad la segunda es que la barrera entre el bien y el mal es permeable y nebulosa la tercera, que los ngeles pueden...
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