Democracia Delegativa
Guillermo O’Donnell
En el presente artículo describo una “nueva especie”, un tipo dentro de las democracias existentes sobre el cual aún no se ha teorizado.
Como ocurre a menudo, tiene muchas similitudes con otras especies ya reconocidas y los casos presentan una gradación entre la primera y alguna variedad de las últimas. Aun así, considero que las diferencias sonsuficientemente significativas como para justificar el intento de tal descripción. El trazado de límites más nítidos entre estos tipos de democracia depende de la investigación empírica, así como de un trabajo analítico más refinado, que es el que ahora emprendo. Pero si realmente he encontrado una nueva especie —y no a un miembro de una familia ya reconocida, o una forma demasiado evanescente comopara ameritar una conceptualización—, podría ser valioso examinar sus principales características.
Los académicos que han estudiado las transiciones y consolidaciones democráticas han señalado repetidamente que, dado que sería incorrecto suponer que todos estos procesos culminan en el mismo resultado, se necesita una tipología de las democracias. Se han realizado algunas tentativas interesantescentradas en las consecuencias de diversas trayectorias hacia la democratización, en términos de tipos de democracia y modelos de políticas. Sin embargo, mi actual investigación indica que los factores más decisivos en la generación de diversas clases de democracia no se relacionan con las características del régimen autoritario precedente ni con el proceso de transición. Más bien, creo quedebemos centrarnos en varios factores históricos de larga data, así como en la gravedad de los problemas socioeconómicos que heredan los gobiernos democráticos recién instalados.
Permítanme exponer brevemente los puntos principales de mi argumento:
1) Las actuales teorías y tipologías respecto de la democracia se refieren a la democracia representativa tal como es, con todas sus variaciones ysubtipos, en los países capitalistas de alto nivel de desarrollo.
2) Algunas democracias instaladas recientemente —en Argentina, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Filipinas, Corea y muchos países poscomunistas constituyen democracias en el sentido de que cumplen con los criterios de Robert Dahl para la definición de poliarquía.
3) Sin embargo, estas democracias no son democracias representativas y noparecen estar en camino de serlo; presentan características que me inducen a llamarlas democracias delegativas (DDs).
4) Las DDs no son democracias consolidadas —es decir, institucionalizadas—, pero pueden ser duraderas. En muchos casos, no se observan señales de una amenaza inminente de regresión autoritaria, ni de progresos hacia una democracia representativa.
5) Existe un importante efecto deinteracción. La profunda crisis social y económica que la mayoría de estos gobiernos heredaron de sus predecesores autoritarios refuerza ciertas prácticas y concepciones acerca del ejercicio adecuado de la autoridad política, que conducen hacia la democracia delegativa, no a la representativa.
Las siguientes consideraciones subyacen al argumento recién presentado.
A) La instalación de un gobiernoelegido democráticamente abre camino a una “segunda transición”, con frecuencia más extensa y más compleja que la transición inicial desde el gobierno autoritario.
B) Esta segunda transición supuestamente se desarrolla entre un gobierno elegido democráticamente y un régimen democrático institucionalizado y consolidado.
C) No obstante, nada garantiza que esta segunda transición se lleve a cabo.Las nuevas democracias pueden retroceder a un gobierno autoritario, o se pueden atascar en una situación de ineficacia e incertidumbre. Esta situación podría mantenerse sin que surjan posibilidades para las formas institucionalizadas de democracia.
D) El elemento fundamental para el éxito de la segunda transición es la construcción de un conjunto de instituciones que se conviertan en puntos de...
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