Descartes
En las dos primeras meditaciones Descartes adopta la regla de la "duda metódica" ya explicada en el Discurso del método para hacer tabla rasa de todos los conceptos comopreliminar para una reconstrucción sobre la base intuitiva del dato inmediato de la conciencia: pienso, luego existo. El hombre es una sustancia pensante inmaterial y este conocimiento es una ideaclara y distinta inalterable independiente de lo sensible; de hecho los cuerpos mismos no son en realidad conocidos con los sentidos ni con la imaginación sino sólo con el pensamiento la inteligencia.
Ala certidumbre de la existencia real de los objetos exteriores fuera del Yo sólo se llega mediante la demostración de la existencia de Dios porque las ideas de los cuerpos exteriores y las de lasmatemáticas no nos garantizan la existencia de los objetos sino sólo del Yo que los piensa; es menester pues invocar el argumento de la veracidad de Dios que produce en nosotros esas ideas.
Pero antetodo es preciso indagar si hay un Dios y si es veraz. La premisa necesaria para la investigación es que la perfección objetiva de las ideas debe tener su causa en una realidad de no menor perfecciónformal. A la idea que poseemos del Ser perfectísimo debemos asignar una causa de igual perfección esto es Dios (argumento ideológico); la existencia del hombre no puede depender sino de la misma causaperfectísima que ha puesto en su pensamiento la idea de Dios y de las infinitas perfecciones que le faltan (argumento cosmológico). La idea de Dios es innata; y no podríamos tenerla si Dios no existieseverdaderamente (Meditación tercera).
Dios no puede engañar porque el engaño procede de alguna privación. En nosotros el error es puramente negativo; es decir no procede de un mal que esté en nosotrossino de un defecto de la voluntad que por encima del intelecto puede dar su asentimiento a lo que no es claramente conocido. No siendo por consiguiente una privación querida por Dios sino un acto...
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