Economia
ESE IDIOTA LLAMADO SÓCRATES: ALGUNOS APUNTES SOBRE SU JUICIO Y CONDENA
Introducción
En su relato La herida de Sócrates, Bertolt Brecht (1989) narra de forma ficticia y cómica la experiencia de Sócrates cuando participó en la batalla de Delio contra los persas. En el relato, Sócrates – formando parte de las tropas de infantería ligera – sale huyendo tan pronto siente quese acerca el ataque enemigo. Para su mala fortuna, corrió por sobre un zarzal y una espina se le clavó en un pie, incapacitándolo en el suelo. Ante el avance enemigo comenzó a gritar furiosamente, a hacer alarde de la ferocidad combatiente de los suyos y a blandir su espada de lado a lado. Con ese alboroto desesperado pudo dar la impresión a los enemigos de la solidez de la infantería ateniensey los hizo retroceder, logrando con ello que la fila de combate se mantuviera firme hasta la llegada de la caballería. Ante los ojos de Alcibíades y el resto de las autoridades –que ignoraban que todo se originó de la cobardía, el accidente y la desesperación– Sócrates había mostrado un grado tremendo de valentía El resto del relato trata de cómo todos, particularmente las autoridadesatenienses, insisten en premiar a Sócrates por sus actos de valor como guerrero mientras éste trata de ocultar su herida recostado en su casa. A Xantipa, esposa de Sócrates y la única incrédula del supuesto valor de su marido, en medio de preguntarle sobre lo ocurrido, Brecht (1989: 116) le hace decir, “Seguro que habrás hecho otra de tus payasadas, ¿eh? […] Mañana volveré a ser el hazmerreír de todo elmundo cuando salga a buscar un panecillo”. La caracterización de Sócrates que Brecht nos presenta en su ficción, particularmente a través de su esposa, es una de un ‘bueno para nada’, un ‘payaso’ que le procura aun a ella ser víctima de la burla de los demás.
Esta caracterización de Sócrates es bien distante de la que presentarán sus seguidores y admiradores, particularmente Platón, que ensu Apología nos presenta a un hombre valeroso dispuesto a morir antes de ceder en practicar lo que le dicta su conciencia. Aunque el relato de Brecht es ficticio, tiene granos de verdad al problematizar la figura de Sócrates. Pensemos que esta es una persona que procuró la animosidad de la comunidad ateniense a tal punto que terminan condenándolo de muerte en el 399 a.C. Diógenes Laercio en suVida de los filósofos habla de cómo a veces sus interlocutores “lo golpeaban con los puños y le arrancaban el pelo” (citado en Cánfora 2002: 9). Si bien es difícil encontrar una imagen tal de Sócrates en los diálogos platónicos, pues Platón no se cansa de dejarnos una impresión muy halagadora de su maestro, aun en relatos de otros admiradores algo de ello es perceptible. Así por ejemplo, en susRecuerdos de Sócrates, Jenofonte (1993: 45) cita a Sócrates en medio de un diálogo cuando le responde, “¿Y tú crees, so necio, que los muchachos bellos no inoculan nada cuando besan, aunque tú no lo veas?” So necio, no exactamente las palabras de estímulo que uno esperaría de alguien que se empeña mesuradamente en conversar con el que esté dispuesto a escucharlo, o de alguien que incluso llegaa mostrar cómo hasta los esclavos pueden llegar al conocimiento, si hemos de creer el Menón de Platón en donde se muestra la teoría socrática del conocimiento como reminiscencia.
Este artículo no pretende concentrarse en las descripciones hechas sobre el carácter personal de Sócrates. No obstante, comenzamos por ahí para minar en algo las descripciones platónicas que son las que han alimentadodominantemente el imaginario cultural del sentido común así como el de muchos estudiosos a través del tiempo. Nuestra intención en el presente escrito es hacer algunas observaciones críticas sobre las razones y los méritos (o no) detrás del juicio que se celebró contra Sócrates en el 399 a.C., casi a sus 70 años, y que culminó con su sentencia de muerte por vía de beber la cicuta. Las raíces...
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