“Educar sin excluir Modelos y apoyos para avanzar hacia una educación más inclusiva”
* Coordinador Gerardo Echeita. Mel Ainscow; Pilar Alonso; David Duran; Josep Font;
Nuria Marin; Esther Miquel; María Angeles Parrilla; Pilar Rodríguez; Marta Sandoval,
Marta Soler.
Inclusión y exclusión en la educación escolar
Los conceptos de “inclusión” y su antónimo “exclusión” están adquiriendoun
protagonismo cada vez mayor en los debates educativos y sociales. Cada vez se habla y se
escribe más sobre “inclusión educativa” o “educación inclusiva” como marco aglutinador
de toda una serie de movimientos e iniciativas que aspiran a hacer efectiva la meta de una
educación de calidad para todos y con todos. Sea bajo esa denominación u otras, lo cierto
es que observamos como, tras lassituaciones de exclusión social que hoy viven millones de
ciudadanos en todo el mundo, aparece el denominador común de haber vivido, en mayor o
menor grado, procesos y situaciones de “exclusión educativa”.
Exclusión educativa de muchos alumnos y alumnas que, en unos casos, ha tenido que ver
claramente con su imposibilidad de acceder a la educación reglada, o de haberlo hecho en
condiciones muyprecarias o por muy poco tiempo. Pero también entendemos por
“exclusión educativa” el hecho de terminar una escolarización obligatoria engrosando las
estadísticas del “fracaso escolar” y, por lo tanto, en clara desventaja a la hora de insertarse
en la vida adulta y activa,como lo es haberla cursado en contextos segregados o específicos (“itinerarios”, grupos o aulas especiales, centrosespecíficos, etc).
La vía de la segregación ha sido, por otra parte, una estrategia constante para tratar de
responder escolarmente a la diversidad de características psicosociales de los alumnos,
bajo la premisa de que es posible y deseable para todos, a la hora de mejorar facilitar su
aprendizaje, diferenciar y separar a algunos alumnos cuando sus necesidades educativas
“dificultan elaprendizaje de la mayoría”. Así ha ocurrido y sigue ocurriendo en el caso de
muchos alumnos con necesidades educativas especiales, asociadas bien a condiciones de
discapacidad o de carácter social.
De estas primeras consideraciones debemos resaltar que hablar de “educación inclusiva”
es, por lo tanto, mucho más que un simple acomodo o cambio de terminología para
sustituir a la “educaciónespecial”, aunque desde sus filas hayan surgido algunos de sus más
preclaros exponentes y muchas experiencias que nos han forzado a “repensar”, una y otra
vez, la validez de nuestros sistemas escolares en su capacidad para ofrecer una respuesta
educativa de calidad para todos. Se trata, en definitiva, de algo que tiene que ver, a la larga,
con todos los alumnos y alumnas y con todos los centrosescolares, y por lo tanto, que
afecta al sistema educativo en su conjunto. Así planteado bien podría simplemente hablarse
de “avanzar hacia una buena educación para todos” si realmente estuviera claro que ese
“todos” son realmente “todos” sin exclusiones.
Modelos educativos ante la diversidad del alumnado.
Aunque parezca lo contrario, lo destacable es que hoy disponemos de un conocimientosólido y fundamentado, aunque también en continua construcción y mejora, para diseñar
una buena “hoja de ruta” y para guiarnos en el “viaje” hacia esa meta, así como la certeza
de cuales son algunos de los elementos más nucleares o básicos sobre los que debe
asentarse ese proceso, bien sea en cuanto a aspectos de la organización y funcionamiento de
los centros o bien en cuanto a la “pedagogía” de laque hacen uso los profesores y
profesoras que van teniendo éxito en esta empresa.
Si se nos permite continuar con la metáfora del viaje, que tantas veces utiliza Mel Ainscow,
el primer paso necesario en esa dirección tal vez sea el de desentrañar las ideas y presupuestos que subyacen a nuestra forma de enfocar o entender esta cuestión, esto es: analizar los modelos o perspectivas que hemos...
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