El acto moral
LA RACIONALIDAD ÉTICA: “SER, DEBER SER Y DEBER HACER”
A diferencia de los animales, las personas son conscientes, inteligentes y libres. Pero, justamente, por reunir estas características, en primer lugar, son capaces de apercibirse tanto de su propia realidad personal como la realidad que los rodea; en segundo, puede esforzarse en comprender ambas realidades y, entercero, deben asumir la responsabilidad de ordenar y dirigir su propia conducta.
Así pues, los hombres y las mujeres, por ser conscientes, inteligentes y libres, son dueños y responsables de sus actos y de su propio destino.
Mas, en la persecución de su propio destino, el ser humano se encuentra constantemente en la coyuntura moral de tener que decidir lo que debe hacer y no essuficiente tomar cualquier decisión, sino que ésta ha de ser justificada racionalmente. Como afirma el filósofo Ortega y Gaset,”debemos hacer lo que debemos hacer, y debemos evitar hacer cualquier cosa”; es decir, debemos cumplir con nuestra obligación y debemos evitar hacer lo primero que se nos ocurra o lo que “hace todo el mundo”.
EL ESFUERZO MORAL: ACTOS, HÁBITOS Y CARÁCTER
Los sereshumanos, por ser libres, vamos formando nuestro carácter mediante nuestros actos; ahora bien, la formación del carácter humano presenta una doble dimensión, a saber: en primer lugar, con cada acto elegimos una entre varias posibilidades; por ejemplo, en este momento puedo continuar estudiando o emplear mi tiempo en otra actividad: ver la televisión, oír música, jugar a los naipes o fastidiar a mihermana, etc., y, en segundo lugar, con cada acto configuramos la conducta habitual: quien roba se hace ladrón, quien estudia se hace estudiante. Obrando mal, adquirimos hábitos negativos y nos hacemos personas malas o viciosas; obrando bien, adquirimos hábitos positivos y nos hacemos personas buenas o virtuosas.
De este modo, nuestras realidades morales configuran una estructura circular:nuestros actos engendran nuestros hábitos, el conjunto de los cuales, a su vez, contribuyen a formar nuestra manera de ser o carácter. Es decir, nuestro carácter, por una parte, es fruto de nuestra manera de obrar, pero, por otra parte, nuestros actos y nuestros hábitos, no son otra cosa que manifestaciones de nuestro carácter, esto es, casi siempre actuamos de acuerdo con lo que somos.
Pero convieneobservar esta significativa particularidad de la conducta humana: lo negativo nos resulta fácil, lo positivo difícil; en el vicio caemos fácilmente, pero en la virtud nunca se cae, sino que a ellas solo podemos arribar tras reiterados esfuerzos.
Sucede, pues, que una adecuada conducta moral exige esfuerzos intelectuales y volitivos. Ahora bien, estos esfuerzos solo son posibles cuando nosencontramos animados por cierta tonalidad efectiva y entusiasmo propicios. Los apáticos suelen ser abúlicos; sólo desde auténticos sentimientos podrá surgir un adecuado querer, una voluntad y una virtud auténticas; o dicho casi a modo de sentencia: sólo desde “una vida en buena forma” podemos realizar nuestra propia formación.
La moral se da en un doble plano: el normativo y el fáctico. Por unlado, encontramos en ella normas y principios que tienden a regular la conducta de los hombres, y, por otro, un conjunto de actos humanos que se ajustan a ellos, cumpliendo así sui exigencia de realización. La esencia de la moral tiene que buscarse, por ende, tanto en un plano como en el otro, y de ahí la necesidad de analizar el comportamiento moradle los individuos reales a través de los actosconcretos en que se manifiestan. Veamos, pues, en qué consiste el acto moral.
Un acto moral – como, por ejemplo: acudir en ayuda de alguien que sin poder defenderse es atacado impunemente en la calle; cumplir la promesa de devolver algo prestado; denunciar la injusticia cometida con un compañero o amigo, etc.- es siempre un acto sujeto a la sanción de los demás; es decir, susceptible de aprobación...
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