1. El Asombro La lechuza de Atenea y la ciencia. Los griegos tomaron la lechuza como símbolo de la filosofía, porque sólo pueden ser sabios quienes se asombran ante el mundo, como parece hacerlo ella con sus ojos tan abiertos continuamente. Por eso la representaban junto a Atenea, la diosa de la sabiduría, como siguieron haciendo los romanos con Minerva. Para Ortega y Gasset, podría simbolizartambién a la ciencia, surgida siempre del intento de responder a preguntas que nadie puede hacerse sin sentir antes sorpresa y fascinación ante las cosas. Sin duda estaría de acuerdo Einstein, para quien la experiencia del misterio del mundo era la más maravillosa que se pueda sentir, como expresaba en su frase: [“la experiencia más bella y profunda que puede tener el hombre es el sentido de lomisterioso… percibir que tras lo que podemos experimentar, se oculta algo asequible a nuestro espíritu, algo cuya belleza y sublimidad se alcanza sólo indirectamente y a modo de pálido reflejo, es religiosidad”. 1 ] Esto puede parecer extraño a muchos, pues pervive todavía la creencia decimonónica de que la ciencia, al reducirlo todo a reglas y números, ha matado la maravilla del mundo. Desde esapercepción, no hay nada de qué asombrarse: sabemos muy bien cómo son las cosas y por qué se comportan así desde que se han descubierto las leyes básicas de la materia –faltan algunas, pero acabarán por ser conocidas antes o después, seguramente pronto-. No cabe ya la sorpresa. Hay dos posturas intelectuales sobre las que se apoya esa visión desencantada del mundo: el mecanicismo y el positivismo. Porun lado, los grades éxitos de la astronomía del XIX convencieron a muchos de que ya teníamos la clave absoluta del comportamiento de la materia: todo parecía seguir las bellas y eficaces leyes del movimiento descubiertas por Newton. Si bien era difícil a veces aplicarlas efectivamente a situaciones complicadas, eso parecía tan sólo una cuestión técnica, resoluble en el futuro con el descubrimientode mejores métodos matemáticos. Ya eran conocidas las leyes fundamentales: a la naturaleza no le quedaba ya ninguna carta bajo la manga. Las posturas positivistas tampoco dejan lugar para el asombro; según ellas el mundo es así y no hay nada más. El orden y el desorden son meras invenciones humanas, útiles para clasificar los datos de la experiencia, las ideas tales como armonía de las leyesnaturales no tienen ningún sentido. Pero, incluso desde cualquiera de estos dos puntos de vista, hay que admitir que el mundo o nuestras observaciones sobre él obedecen leyes o siguen pautas simples y no sabemos por qué. Más aún: no tenemos ni la menor idea. Una primera mirada al mundo detecta muchas regularidades: el Sol sale todos los días, los cristales de nieve son muy parecidos aquí y allí, elagua hierve siempre a cien grados al nivel del mar, la gravedad mantiene constante su mismo valor en cada punto del mapa y varía ligeramente de un lugar a otro siguiendo una regla muy sencilla, los animales y plantas se parecen a sus padres… La ciencia es capaz de reducirlas todas a esquemas básicos –las leyes de los átomos o de la electricidad o de la herencia biológica-, pero sigue siendosorprendente que esas pocas leyes tengan una validez tan universal. Tanto que me parece pueril despacharla diciendo simplemente que la idea de orden es sólo una invención humana impuesta a la naturaleza. 1 A. Einstein, Mis ideas y opiniones, Antoni Bosch, Barcelona, 1980, p.35
2. La tierra se mueve siguiendo la misma ley de la Gravitación que nos obliga a permanecer pegados al suelo. Es algo tanfamiliar y habitual que parece difícil imaginar un mundo en que ocurriese de otro modo. ¿Cómo sorprenderse de algo tan consuetudinario? Todos hemos repetido la ley de la Gravitación Universal de Newton en nuestros estudios, aquello de “dos cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente al cuadrado de su distancia”. La Tierra y el Sol se atraen...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.