El eslabon perdido de globalizacion
La Cumbre mundial Rio +20 ofrece una excelente oportunidad de incluir el eslabón demográfico como uno de los imperativos de la sostenibilidad global
Habitamos un mundo de 7.000 millones de personas, cada vez más longevo, más urbano, más capacitado e interconectado, más mestizo, menos patriarcal y demográficamente convergente, pero también, si no cambianlas tendencias actuales, socialmente más desigual y ecológicamente menos sostenible. En los últimos 60 años, el mundo ha casi triplicado su población, pasando de 2.500 millones de habitantes en 1950 a los actuales 7.000 millones. Un acontecimiento insólito, por su volumen y rapidez, en toda la historia de la especie humana, que ha invertido el peso demográfico relativo de las principales regiones,en detrimento de las más desarrolladas. Este hito demográfico plantea importantes retos ineludibles en términos globales y el debate reabierto con motivo de la próxima Cumbre mundial Rio +20 (20-22 de junio) ofrece una excelente oportunidad de incluir el eslabón demográfico como uno de los imperativos de la sostenibilidad global, tal como plantea la reciente Declaración sobre el Estado del PlanetaPrimero, las buenas noticias. En las dos últimas décadas, el ritmo de crecimiento de la población mundial ha registrado un sostenido descenso, sobre todo en los países en desarrollo más poblados (a excepción del África subsahariana). No obstante, dado el impulso inercial acumulativo del alto crecimiento de las décadas anteriores (más mujeres en edad reproductiva, aunque en promedio tengan menoshijos), la población mundial seguirá creciendo, aunque a un ritmo menor, hasta alcanzar una cifra próxima a los 9.300 millones en el 2050, de acuerdo al escenario medio de la ONU. El resultado dependerá en gran parte de la mejora de los patrones reproductivos y de supervivencia, así como de las oportunidades disponibles en los países pobres más poblados, cuyo epicentro está en África.
En elanálisis de la globalización, la dinámica de la población mundial ha ocupado un lugar secundario, cuando no residual, frente al protagonismo de los factores económicos y tecnológicos, acentuado aún más por el abrumador imperativo financiero de la Gran Recesión. Esta deficiencia es doblemente significativa. Los factores demográficos no son neutrales y pueden obstaculizar o favorecer el desarrollo, comoprueba una sólida investigación comparativa internacional. Además, en términos históricos, es ahora cuando tiene sentido hablar de la población mundial como un conjunto de poblaciones y ecosistemas interactivos, cuya significación va mucho más allá de una simple agregación estadística. Sin la integración adecuada de este “eslabón perdido”, la historia del mundo del último medio siglo y en adelantela interpretación del proceso de globalización seguirán siendo incompletas y sesgadas (The Political Economy of Global Population Change,1950-2050, P. Demeny & G. McNicoll, 2006).
En el curso del último medio siglo, una proporción mayoritaria y creciente de la población mundial, superando barreras sociales, culturales y religiosas, ha podido controlar la morbilidad y mortalidad evitables (sobretodo materno-infantil) y regular sus preferencias reproductivas, gracias a una combinación sinérgica de innovaciones y cambios muy costo-efectivos, de carácter tecnológico (vacunas, antibióticos, anticonceptivos modernos), productivo (incremento de la oferta de alimentos, mejoras de la nutrición) y social (mayor instrucción y autonomía de la mujer). Durante este periodo, se ha extendido el avance(no exento de episodios coercitivos, como en China e India) hacia un régimen demográfico global más eficiente, donde la gran mayoría de los nacidos sobrevive y goza de una creciente esperanza de vida, salvo en regiones rezagadas del África subsahariana, del Sudeste asiático y América Latina. Es, sin duda, un gran éxito humano, aunque todavía inconcluso por las crecientes desigualdades sociales y...
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