El Historiador y Los Hechos
pregunta, voy a partir de textos relacionados respectivamente con la primera y la segunda
encarnaciones de la Cambridge Modern History. He aquí a Acton, en su informe a los síndicos de la
Cambridge University Press acerca de la obra que se había comprometido a dirigir:
Es ésta oportunidad sinprecedente de reunir, en la forma más útil para los más, el acervo de
conocimiento que el siglo XIX nos está legando. Mediante una inteligente división del trabajo
seríamos capaces de hacerlo y de poner al alcance de cualquiera el último documento y las
conclusiones más elaboradas de la investigación internacional. No podemos, en esta generación,
formular una historia definitiva; pero sípodemos eliminar la historia convencional, y mostrar a qué
punto hemos llegado en el trayecto que va de ésta a aquella, ahora que toda la información es
asequible, y que todo problema es susceptible de solución.
Y transcurridos casi exactamente sesenta años, el profesor Sir George Clark, en su introducción
general a la segunda Cambridge Modern History, comentaba aquel convencimiento de Actony sus
colaboradores de que llegaría el día en que fuese posible presentar una “historia definitiva”, en los
siguientes términos:
Los historiadores de una generación posterior no esperan cosa semejante. De su trabajo, esperan que
sea superado una y otra vez. Consideran que el conocimiento del pasado ha llegado a nosotros por
mediación de una o más mentes humanas, ha sido “elaborado” poréstas, y que no puede, por tanto,
consistir en átomos elementales e impersonales que nada puede alterar... La exploración no parece
tener límites y hay investigadores impacientes que se refugian en el escepticismo, o cuando menos
en la doctrina de que, puesto que todo juicio histórico implica personas y puntos de vista, todos son
igual de válidos y no hay verdad histórica “objetiva”.Cuando los maestros se contradicen de modo tan flagrante, es lícito intentar averiguar qué sucede.
Espero hallarme lo bastante al día como para darme cuenta de que algo escrito en la última década
del siglo pasado tiene que ser un disparate. Pero no estoy lo suficientemente adelantado como para
compartir la opinión de que cualquier cosa escrita en estos últimos diez años forzosamente tiene queser verdad. Sin duda habrán pasado ustedes ya que esta investigación puede parar en algo que
rebase los límites de la naturaleza de la historia. El desacuerdo entre Acton y Sir George Clark
refleja el cambio sufrido por nuestra concepción de conjunto de la sociedad en el intervalo entre
ambas afirmaciones. Acton es un exponente de la fe positiva, de la clarividente confianza propia enuno mismo, que caracteriza la última fase de la época victoriana; Sir George Clark refleja laperplejidad y el escepticismo conturbado de la generación “rebelde”. Cuando tratamos de contestar
a la pregunta ¿Qué es la Historia?, nuestra respuesta, consciente o inconscientemente, refleja
nuestra posición en el tiempo, y forma parte de nuestra respuesta a la pregunta, más amplia, de qué
idea hemosde formarnos de la sociedad en que vivimos. No temo que parezca trivial, visto más de
cerca, el tema escogido. Sólo me asusta parecer pretencioso por haber planteado problema tan
amplio e importante.
El siglo XIX fue una gran época para los hechos. “lo que yo quiero -dice Mr. Gradgrind en Tiempos
difíciles-, son Hechos... Lo único que se necesita en la vida son Hechos”. En conjunto, loshistoriadores decimonónicos estaban de acuerdo con él. Cuando Ranke, en el cuarto decenio del
siglo, apuntaba, en legítima protesta contra la historia moralizadora, que la tarea del historiador era
“sólo mostrar lo que realmente aconteció (wie es eigentlich gewesen)”, este no muy profundo
aforismo tuvo un éxito asombroso. Tres generaciones de historiadores alemanes, británicos e...
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