El hombre y la tecnología
EL TEXTO NARRATIVO
SÍNTESIS, MADRID 1996
4. EL NARRADOR
4.1. El concepto de narrador
El narrador constituye sin duda alguna el elemento central del relato. Todos los demás componentes experimentan de un modo u otro los efectos de la manipulación a que es sometido por él el material de la historia. Se trata de una realidad reconocida de forma explícitapor la inmensa mayoría de las corrientes teóricas interesadas en el relato, aunque no todas coincidan en el papel y capacidad asignables al narrador.
4.1.1. El narrador: fuente de información
En efecto, la tradición más antigua relaciona narrador y sabiduría. Es una dimensión presente en los planteamientos más recientes y ya aludida por la propia etimología del término: gnarus («sabedor»).Haga o no exhibición de sus dotes, se supone que el narrador conoce a la perfección todos los entresijos de la historia que relata, aunque –como se verá– su saber real depende en cada caso del ángulo de visión adoptado. [-105;106-]
4.1.2. El narrador y la organización de la estructura narrativa
Las corrientes modernas –en especial, el formalismo ruso y el movimiento estructuralista–prefieren ver en el narrador un hábil organizador, cuya misión consiste en el adecuado ensamblaje de los materiales del relato. Dentro de estas corrientes el narrador aparece como el componente más importante de la estructura narrativa, ya que a través de él se filtra toda la información contenida en el relato. Así, pues, el narrador desempeña el papel de centro y foco del relato, esto es, actúa comoelemento regulador de la narración y factor determinante de la orientación que se imprime al material narrativo. La clasificación de los tipos de narrador –objetivo o subjetivo, testigo directo o indirecto de los hechos, protagonista o no– se fundamenta en su capacidad informativa y en el modo de introducir nuevos datos dentro del relato (B. Tomachevski: 1928, 191-192; G. Genette: 1972, 241ss).Para los narratólogos franceses el narrador se define preferentemente por su grado de conocimiento de la realidad representada. Para unos esta capacidad depende directamente del punto de observación elegido para transmitir la información (J. Pouillon: 1946, 23ss; T. Todorov: 1968, 65ss); para otros este hecho está asociado estrechamente a la presencia o ausencia de un filtro. En este último supuestocaben dos opciones: según la primera, el volumen de información transmisible se ve condicionado por las posibilidades del foco; la segunda, en cambio, se decanta por una información sin límites (omnisciencia) (G. Genette: 1972, 244-245; 1983: 29, 49-55). En suma, para las corrientes estructuralistas el narrador se comporta preponderan temente como un 'sabedor', pero se insiste al mismo tiempo ensu papel de realidad configuradora de la estructura narrativa.
4.1.3. El narrador solapado
Dentro de la tradición anglo-norteamericana se opta –hecho al que no es ajeno la pujanza del conductismo en el campo de la psicología del comportamiento– por hacer del narrador un observador, cuanto más silencioso y aséptico mejor, [-106;107-] de los hechos, situaciones y ambiente representados en elrelato. Es la postura que adoptan, en especial, P. Lubbock y N. Friedman, siguiendo las huellas de H. James. Tras ella se esconde la determinación de erradicar al narrador –sobre todo, ese narrador prepotente y omnipresente de la novelística del s. XIX– del universo de la narración o de limitar tanto su papel que parezca que el relato se cuenta a sí mismo.
4.1.4. El narrador como hablanteFinalmente, para las corrientes de inspiración lingüística el narrador es un hablante, un locutor. En cuanto mensaje el enunciado narrativo necesita un responsable, un sujeto de la enunciación: el narrador. Para Bajtín (1989) la relación del locutor con su mensaje –su actitud hacia el objeto del enunciado– representa la cuestión central dentro de la compleja problemática de la novela. Las...
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