El principio de universalidad de los Derechos Humanos
Introduccion
El principio de universalidad de los Derechos Humanos ha sido ampliamente criticado usandola doctrina del relativismo cultural, la cual sostiene que no existe un acuerdo universal sobre el concepto, articulación y contenido de tales derechos.
Ante aquellas críticas que atacan la pobre articulación de los Derechos Humanos para atender las necesidades de gruposindígenas, el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos ha
instituido a través de la jurisprudencia, un criterio de interpretación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que busca ampliar el contenido de ésta en atención a ladiversidad cultural de los pueblos indígenas.
En el caso de la Comunidad Yakye Axa vs. Paraguay, la Corte Interamericana ha establecido que alaplicar o interpretar la normativa interna o internacional, tanto los Estados como la Corte “deben tomar en consideración las características propias que diferencian a los miembros de los pueblos indígenas de la población en general y que conforman su identidad cultural”.
LA UNIVERSALIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS
Aunque los derechos humanos pretendan seruniversales, de hecho no son aceptados universalmente. Queda mucho camino por recorrer aunque quizás haya que reconocer algunos avances.
La dimensión universal de los derechos humanos ha sido proclamada reiteradamente en el sistema de las Naciones Unidas. Dicha universalidad pretende reflejar y, a su vez, fortalecer el consenso de la comunidad internacional respecto de dichos derechos, sin que ello tengaque suponer, en principio, la imposición de ningún tipo de hegemonía jurídica, política o cultural, en particular la occidental, eurocéntrica o atlantista. Sin embargo, ya sabemos que esto no resulta nada fácil ante la diversidad cultural nuestro mundo. Por ejemplo, a nosotros, los “occidentales”, ahora nos resultan especialmente chocantes las normas (jurídicas o morales) fuertementediscriminatorias contra la mujer existentes en la mayoría de las culturas y religiones.
Según el principio de la universalidad de los derechos humanos, cada Estado, en el ejercicio de la soberanía que su pueblo supuestamente le confía, más o menos democrática o coactivamente, tiene la potestad de adaptar dichas normas a las peculiaridades políticas, religiosas y culturales de dichos pueblos, pero en ningúncaso contradecir abiertamente lo dispuesto en los tratados internacionales sobre derechos humanos. El derecho de actuar conforme a las propias convicciones culturales o religiosas no debe servir de pretexto, es decir, no deben invocarse e interpretarse los derechos culturales de modo que supongan la violación o denegación de otros derechos humanos. Pero, ya se ha señalado, esto no resulta nadasencillo en el mundo actual.
Por otro lado, el actual modelo de mundialización económica implica contradicciones difícilmente asumibles desde el punto de vista de los derechos humanos al imponer la libertad de circulación de capitales (que no son personas) y la eliminación de todo tipo de trabas a dicha circulación, mientras que los Estados de los países más ricos e industrializados no dudan enobstaculizar todo lo que pueden la libertad de circulación de las personas procedentes de países pobres en busca de empleo y de unas condiciones de vida dignas, erigiendo auténticos muros y alambradas de la “vergüenza” (así denominaban ellos mismos al muro de Berlín) en fronteras como las de EE.UU. con Méjico o las de Ceuta y Melilla con Marruecos. Asimismo, mediante legislaciones restrictivas ynotoriamente regresivas respecto de las normas internacionales (universales) vigentes, como el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Así, por ejemplo, la Directiva, también denominada de la “vergüenza”, para el retorno forzoso de inmigrantes, elaborada en el seno de la Unión Europea y recientemente aprobada por su Parlamento el 18 de junio de 2008, que entre otras...
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