El taller literario y el oficio de escritor
En primer término, para poder realizar esta disertación es necesario aclarar dos conceptos fundamentales: que es un taller literario y que entendemos por vocación u oficio de escritor.
La historia de los talleres literarios
Las tertulias literarias, o las reuniones entre escritores para leer y compartir sus textos, existen desde siempre, pero lostalleres literarios como la idea de crear textos diversos y experimentar con el lenguaje de una forma lúdica, (y dirigido no solo a los futuros escritores sino a otras personas que simplemente disfruten del hecho de escribir sin querer profesionalizarse) aparecieron en la década de los sesenta en el mundo hispanohablante.
El origen, sin embargo, se encuentra en la libertad de acción que promovieronlas vanguardias, el surrealismo y el dadaísmo, (por ejemplo el famoso juego de los cadáveres exquisitos con el que los surrealistas experimentaban la creación de un poema en grupo sin conocer el verso del otro).
Estos fueron los antecedentes que permitieron otra visión de la creación literaria pero el primer taller que se constituyó como tal fue Oulipo, acrónimo de Ouvroir de LittératurePotentielle o “Taller de Literatura Potencial”, fundado a comienzos de 1960 en París por los escritores Raymond Queneau, autor del famoso libro “Ejercicios de estilo”, que ha sido la base para todos los talleres posteriores. Julio Cortázar o Italo Calvino fueron algunos de sus miembros insignes. Numerosos puntos en común autorizan la comparación entre su programa literario y el de Cortázar: la experienciade la literatura como juego, la experimentación con las palabras –desde los crucigramas hasta la escritura bajo distintos tipos de reglas y restricciones–, el gusto por la flânerie, la dimensión autobiográfica de los textos, la concepción de la lectura como una práctica creativa y creadora. Oulipo continúa hasta el día de hoy sumando nuevas generaciones de escritores a sus filas.
En los añossetenta los talleres literarios afloraron especialmente en Argentina, a partir de la idea de un grupo de alumnos de la cátedra Literatura Iberoamericana (Facultad de Filosofía y Letras - UBA) que dictaba el Prof. Noé Jitrik. Experiencia que dio origen a los talleres de escritura que trabajaban a partir de consignas, no fue hasta la década de los ochenta que empezaron a ser comunes en España.
Hoy en díaes posible la globalización de las letras y los talleres virtuales han permitido el contacto entre escritores y amantes de las letras de todo el mundo.
Los talleres son espacios grupales en los cuales se enseñan técnicas de trabajo con la palabra escrita.
Allí se rompe la cadena profesor – alumno porque no se trabaja con estudiantes ni se detentan maestros.
Es un encuentro entre pares, donde lafunción del coordinador es sostener el encuadre y facilitar el desarrollo de los proyectos, es decir, dicho papel puede ser desempeñado tal vez por aquel quien más ha leído, aquel a quien se le ocurre mayor cantidad de propuestas o el más hábil en la distribución de tareas.
En mi caso, desempeñarme como tallerista desde 1998 en forma continua me permite transmitir a otros mi propia experiencia ylos conocimientos adquiridos y también, encontrar nuevos enfoques a mi propia escritura.
Esto implica una cuota de humildad, ya que no hay nada más coercitivo para el desarrollo del futuro escritor que los coordinadores que se ofrecen como “modelos” en lugar de acompañar el acto creativo, individual y libre de cada uno de los miembros del grupo.
¿Quienes se acercan a integrar talleres literarios?Muchos tipos de personas: aquellos que toman la escritura como una asignatura pendiente y se reúnen para reflotar viejos cuadernos; aquellos que trabajan los aspectos terapéuticos del proceso de la escritura (realizan la famosa “catarsis”): aquí debemos hacer justicia con la tan vapuleada palabra catarsis, en la mayoría de los talleres esta manifestación solo es aceptada como una primera...
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