El tercer sector
La sociedad civil ante la crisis
A día de hoy, un rápido vistazo a cualquier periódico basta para que la palabra crisis se implante cual dispositivo automático en nuestras acomodadas cabezas. Parecemos estar asistiendo a un acontecimiento mundial, que lo es, y que nunca antes había ocurrido, cosa que no es cierta. Ha de ser la hemeroteca quien nos recuerde que el mismo sistemacapitalista que hoy nos mece ya había pasado anteriormente por un bache semejante, igual de diferentes proporciones pero al fin y al cabo, un reajuste de esos que la mano invisible del mercado (Smith, 1993) se ha de encargar de solucionar. El hecho de que esta “mano” parezca no querer salir ahora del bolsillo ha hecho necesaria la intervención de los estados. ¡Quien lo iba a decir! Sin riesgo aequivocarme me atrevería a decir que a muchos teóricos del bienestar esta crisis no les coge por sorpresa. Gran parte de ellos llevan ya más de tres décadas mentándola, a pesar de que durante ese tiempo no haya ocupado ninguna portada de periódico. Aunque se refiera a términos diferentes, la crisis del Estado del Bienestar puede que guarde una íntima relación con la actual crisis financiera. De seresto cierto, puede ser que el proceso de reflexión que se ha venido desarrollando en torno a la crisis del Estado del Bienestar revierta sus soluciones en la actual crisis sistémica.
Un punto común que nos va a permitir comparar ambos episodios de crisis es que, a raíz de éstos, estamos asistiendo a dos clases de acontecimientos dicotómicos. Por una parte se está dando una constante pérdida delegitimidad por parte de los Estados modernos, que son vistos como entes abstractos desligados del ciudadano; situados en un plano superior al estilo del Gran Hermano de Orwell (Orwell, 1993), y más preocupados en rescatar entidades financieras que en cumplir la responsabilidad adquirida con respecto al bienestar de sus ciudadanos. La tesis que afirmaba que “en las democracias capitalistas todavíaexiste un fuerte respaldo público de los servicios estatales” (Mishra, 1992: 245) se va desmontando por días. Por otro lado, a partir de la década de los 70, el mercado, como fuerza antitética respecto al Estado, ha querido jugar su papel, abordando cada vez mayores cotas de gestión gracias al inicio de procesos de privatización que en el ámbito de los servicios sociales han tenido un claroexponente en toda Europa. Esta dicotomía, a parte de significar en muchos casos un grave retroceso en la atención al bienestar, ha convertido el debate de la privatización “en un campo de batalla político más que en una búsqueda de una política óptima o satisfactoria” (Montagut, 2008: 128).
Ante este panorama, y aplicando la triada dialéctica hegeliana, desde el ámbito de los Servicios Sociales seha llevado a cabo un conato de síntesis más o menos fructífero y exitoso dependiendo de la región de Europa a la cual nos refiramos. Este proceso ha
consistido, a grandes rasgos, en el desarrollo de un nuevo actor genérico, conocido como Tercer Sector, que es visto como un nuevo espacio público en el que la sociedad civil tiene mucho que decir. El Tercer Sector como concepto fue utilizado porprimera vez por Theodore Levitt en 1973 en The Third Sector - New Tactics for a Responsive Society para hacer referencia al espacio residual que deja “lo que hace, lo que puede hacer o lo que debería hacer” un gobierno (citado por Montagut, 2008). Matizando el concepto de Levitt, el Tercer Sector sería ese espacio a caballo entre lo público y lo privado, caracterizado por la ausencia de lucro en suactuación, y en el cual se hace posible el desarrollo de la iniciativa comunitaria (Johnson, 1990: 243). Su propia definición, que destaca por la ambigüedad y la ausencia de un consenso claro en torno al concepto, ha debilitado en demasía dicho sector, el cual ha recibido duras críticas tanto por los defensores del sector estatal, que han visto en el Tercer Sector al “caballo de Troya” de la...
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