El valor de elegir
En este primer capítulo, el autor trata la cuestión del origen del hombre. Parte de dos teorías opuestas: la primera hace que el hombre provenga de Dios, la otra del animal. Sin embargo, rechaza ambas, la primera por ser no científica y la segunda por ser equívoca. Ambas consideran que el hombre no puede ser comprendido a partir de sí mismo, parten de lo nohumano para llegar a lo humano.
Partiendo del hombre en sí mismo, al igual que Gehlen, considera al hombre como definido por la acción. Esta acción no viene considerada como “actividad” porque esto precisamente define a todos los seres vivos, sino a la actividad que transciende lo instintivo, el hombre prevé acciones dentro de un futuro incierto, no sólo como respuesta a una necesidad biológica, demanera que la realidad acaba siendo un producto de la propia acción.
El humano, a pesar de estar definido como ser por sus características genéticas por las que responde a cierto tipo de actividades programadas, es capaz de llevar a cabo acciones simbólicas. Esto quiere decir que de nuestra biología heredamos la capacidad innata de realizar comportamientos no innatos.
Asimismo señala que elbajo grado de especialización de nuestro organismo nos diferencia del resto de los seres vivos, cuyas características innatas les ayudan a sobrevivir dentro del ecosistema al que pertenecen, sin embargo, son vulnerables a los cambios repentinos, sufren serias dificultades de adaptación.
La inespecialización del humano ha sido la base sobre la que se funda el progreso humano (y su dominio de losdemás seres vivos), pero también ha llevado al hombre a una vida donde se ve en la obligación de tomar decisiones constantemente debido a que su naturaleza se enfrenta al cambiante entorno para el que no cuenta con respuestas genéticas dadas de antemano.
Así, en el hombre se mantiene una indeterminación pueril, característica que se ha venido en llamar, neotenia. Pero si hay algo que el ser humano hadesarrollado de forma espectacular es el cerebro. Este perfeccionamiento no viene expresado en volumen aunque sí se haya aumentado la capacidad craneal (ciertas especies tienen un volumen mayor) sino que se refiere a organización y estructura. Precisamente, el cerebro es el órgano de la acción que conoce, delibera, valora y decide. El humano, a diferencia del resto, es capaz de cometer errores yaprender de ellos. En definitiva, en su condición de ser no hiperespecializado y pueril, se encuentra en un entorno de aprendizaje permanente.
La capacidad de aprender y elegir es la esencia de la condición humana, el elemento que nos diferencia del resto de los seres vivos y el núcleo de la libertad.
Una referencia interesante de este capítulo es la de Giovanni Pico Della Mirandola, que en sufamosa obra Oratio pro hominis dignitate defiende que Dios ha situado a cada uno de los seres en su lugar apropiado a lo largo de una escala que va desde la sublime agilidad de un ángel hasta la amorfa pulsación de una ostra. En esta jerarquía cada cual adquiere su perfección siendo lo que es. Pero al hombre lo ha creado sin lugar propio, siendo capaz de ascender a lo más alto y de descender hastalo más bajo, es decir, es capaz de actuar. Con ello Pico defendía la primera de las teorías y explicaba de esa forma la condición del ser humano. De alguna forma basa la dignidad del ser humano en su capacidad de actuar.
A modo de anécdota, señala la experiencia de un amigo de Antoine de Saint-Exupéry que sobrevivió a un accidente de avión en los Andes logrando reaparecer siete días más tarde.Saint-Exupéry recuerda que la primera oración de aquel amigo suyo era “Lo que yo he hecho, te juro que jamás lo habría hecho ningún animal”, mostrando así, un admirable orgullo de hombre.
CAPÍTULO II. INCERTIDUMBRE Y FATALIDAD
Este capítulo analiza la voluntariedad de nuestras acciones y su restricción llegando asimismo al concepto del azar como principal limitante de nuestra acción (suma de 2...
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