Enna Von Baer Sistema Binominal
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Sistema binominal: consensos y disensos
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Ena von Baer
i n s t i t u t o l i be r t a d y d e s a r r o l l o
La investigación sobre los efectos de los sistemas electorales en el
funcionamiento de los sistemas políticos ha ocupado un espacio importante en la investigación académica de la ciencia política. De hecho, para algunos el destino de unademocracia depende del sistema
electoral aplicado. Sin embargo, dada la diversidad de factores que
inciden sobre el funcionamiento del sistema político, establecer relaciones monocausales puede inducir a error. Aunque, conociendo los
datos de diversas investigaciones empíricas respecto a esta materia,
no se puede sostener que tenga poca importancia (Nohlen, 1995: 35).
Por lo tanto, hay que darle alsistema electoral y a sus efectos la justa
dimensión respecto al buen funcionamiento de una democracia.
Los sistemas electorales se pueden definir como la forma en que
los votos son traducidos en escaños en el proceso de elección de cargos políticos (Farell, 2001: 5). La pregunta es cómo esa traducción
afecta la composición de las fuerzas políticas en los cargos de representación y, por lo tanto,al sistema de partidos.
La afirmación, planteada por Duverger, de que los sistemas electorales mayoritarios de una vuelta favorecen la conformación de
sistemas de partidos bipartidistas, se transformó en la base de la
investigación académica sobre el tema. El autor explica este efecto
por la existencia de dos factores combinados: uno mecánico y uno
psicológico. El primero responde a lasubrepresentación de los partidos pequeños que producen los sistemas mayoritarios, dado que no
alcanzan el umbral electoral necesario para adjudicarse un escaño.
El segundo responde a que frente a un sistema mayoritario los electores comprenden que sus votos se perderán si se los dan a un tercer
. La autora agradece los comentarios de Jorge Navarrete P. y la colaboración
de Mauricio Ortegón.
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partido, lo que produce una tendencia natural a votar por el partido
grande que les es más cercano. Adicionalmente, las élites partidarias
evitan perder presentándose fragmentadas en partidos pequeños y,
por lo tanto, concentran el poder político en grandes conglomerados
(Duverger, 1994: 252). La discusión respecto a si estas afirmaciones
de Duverger pueden ser calificadas como leyessicológicas ha sido
amplia, especialmente por las excepciones a la regla que se producen
en la práctica (Sartori, 1994: 43).
Douglas Rae, en tanto, sostiene que todos los sistemas electorales
tienden a sobrerrepresentar a los partidos más grandes y a subrepresentar a los más pequeños. Esta tendencia general se ve reflejada en
tres efectos particulares:
• Todos los sistemas electorales tienden aproducir resultados
desproporcionales.
• Todos los sistemas electorales reducen el número efectivo de
partidos parlamentarios respecto al número efectivo de partidos electorales.
• Todos los sistemas electorales pueden producir mayorías parlamentarias de partidos que no alcanzaron la mayoría de los
votos en las elecciones (Rae, 1967: 67-129).
Sin embargo, estos tres efectos son más fuertes ensistemas mayoritarios de una vuelta que en sistemas proporcionales. Por lo tanto,
tal como muestra el resultado del estudio realizado por Lijphart en
36 democracias, los sistemas electorales, aunque no son la única variable que influye, son cruciales a la hora de determinar el tipo de
sistema de partidos que tiene un país. Esto se refleja en que a medida
que la desproporcionalidad del sistemaelectoral aumenta, decrece el
número efectivo de partidos en el parlamento (Lijphart, 1999: 168).
Por lo tanto, el objetivo de los sistemas proporcionales es asegurar
que el número de escaños recibidos por partido refleje con mayor
exactitud el porcentaje de votos del conglomerado. Es decir, que el
Parlamento sea un «espejo de la sociedad». En tanto, la meta de los
sistemas mayoritarios es generar...
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