Ensayos
Casi simultáneamente han aparecido dos ediciones magníficas en todos los aspectos de la gran obra miltoniana “Paradise Lost” (1663).
Esta vasta composición,tan épica como ditirámbica, nos introduce a una visión particular, compleja y gloriosa de la creación, partiendo del escueto relato del Génesis. Quizá para dar una idea escueta aunque precisa de lo queeste texto propone, sea acertado recrear la anécdota relatada por Philip Pulmann en su introducción a la edición de la Oxford University Press de 2005: Imaginemos a un anciano terrateniente inglés afinales del XVIII; un personaje dickensiano sentado al amor de la lumbre con una buena jarra de grog en la mano. Atiende a una lectura del poema de Milton. Nunca antes ha escuchado ni leído lahistoria. Súbitamente se levanta y exclama: “¡No sé que resultará de todo esto, pero ese Lucifer es un tipo endemoniadamente simpático y espero que sea él quien gane!”
En efecto, quizá la primeraconsideración que cabe hacer al respecto de esta magna obra se refiere a la irresistible personalidad de este personaje que entronca directamente con las postreras caracterizaciones románticas y simbolistas.Satán aparece aquí como un personaje rico, complejo, libertario; contrapuesto a una divinidad fría, exactamente matemática e implacable en la realización de sus propósitos. Así, surge la asimilación delhéroe al mito prometeico; y en esa misma medida resulta casi imposible sustraerse a la fascinación por el ángel rebelde y sus secuaces.
El poema se compone de 10.565 versos divididos en docelibros. Tras una invocación en el más puro estilo de los clásicos griegos y latinos, en que la Musa es identificada por el poeta con el Espíritu Santo, se nos plantea el objeto de la obra: la explicacióndel origen del mal en el mundo. No obstante, a medida que nos adentramos en el texto, ese aparentemente claro propósito parece desvanecerse, y el lector se ve cada más proclive a exclamarse del mismo...
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