familias sin relacion genetica
Barcelona, España: El bienestar psicológico de las familias con hijos que carecen de vínculo genético o gestacional con uno o ambos padres –los hijos han sido concebidos mediante alquiler de útero, donación de óvulo o inseminación artificial de donante – ha sido tema de debate desde hace muchotiempo. Ahora, en el primer estudio sobre este tema que se realiza en todo el mundo, un grupo de científicos británicos ha demostrado que las relaciones en el seno de estas familias parecen estar funcionando bien, y que existen escasas diferencias entre éstas y las familias en las que los hijos han sido concebidos de forma natural.
Esta semana, Polly Casey, del Centro de Investigación Familiar de laUniversidad de Cambridge, en el Reino Unido, anunciará ante la 24ª reunión anual de la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana que el estudio ha descubierto que las familias que han recurrido a una donación de óvulo, alquiler de útero o a la inseminación artificial de donante presentan más similitudes que diferencias por lo que se refiere al bienestar psicológico de los padres, lacalidad de la relación padres-hijos, y la adaptación psicológica del niño. Durante mucho tiempo se ha debatido sobre las posibles consecuencias negativas para esos niños, debido a la preocupación de que los padres puedan tener un comportamiento menos positivo hacia ellos, y de que los niños no se sientan plenamente aceptados como parte de la familia.
Los investigadores han realizado un seguimiento de39 familias que alquilaron un útero, 43 que utilizaron la inseminación artificial, 46 que recurrieron a la donación de óvulos, y 70 familias cuyos hijos fueron concebidos naturalmente. De momento, se han recopilado datos hasta que los niños han cumplido los 7 años de edad, pero los investigadores esperan poder continuar con el seguimiento de estas familias durante el máximo de tiempo posible. Losresultados que se van a presentar son los correspondientes a aproximadamente la mitad de las familias cuyos hijos han cumplido los siete años.
"Hicimos preguntas a los padres y los hijos sobre varios temas distintos", dice la Srta. Casey. "Estudiamos aspectos como el bienestar psicológico de los padres y la relación padres-hijos, y también preguntamos a las madres si les parecía que los niñostenían algún problema emocional o de conducta." Además, los investigadores utilizaron el cuestionario normalizado de Fortalezas y Dificultades, que ofrece una puntuación general del grado de adaptación global del niño, junto con puntuaciones individuales en aspectos como problemas de comportamiento y dificultades emocionales.
Los profesores cumplimentaron el mismo cuestionario, aportando unaevaluación independiente de la adaptación del niño. También se evaluó la percepción que tienen los niños de la cercanía emocional con sus padres. "Les dimos un 'mapa' en blanco con círculos concéntricos, y les dijimos que ellos estaban en el centro", explica la Srta. Casey. "A continuación les pedimos que completaran el mapa, colocando a sus parientes y amigos en el círculo que representara laproximidad emocional de cada relación."
También se proporcionó a los niños una escala pictórica de la competencia y aceptación social percibidas. El investigador presentaba imágenes de niños en diversas situaciones y pedía al niño entrevistado que se evaluara a sí mismo en comparación con la imagen. Esta técnica permite medir su capacidad cognitiva y física, su aceptación materna, y la aceptación por susiguales, todo lo cual se ha demostrado que está asociado con el desarrollo de la autoestima en una fase posterior de la infancia.
"Hemos observado que los diversos tipos de familia no diferían en cuanto a la calidad global de la relación entre madres e hijos y padres e hijos", dice la Srta. Casey. "Pero el análisis sí que ha mostrado algunas diferencias en la relación madre-hijo entre los...
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