Fides et ratio
El primer capítulo presenta la Revelación como conocimiento que Dios mismo ofrece al hombre. Recuerda que, "además del conocimiento propio de la razón humana, capaz por su naturaleza de llegar hasta el Creador, existe un conocimiento que es peculiar de la fe". Son dos verdades que no se confunden, ni una hace superflua a la otra. La Revelación, alexpresar el misterio, impulsa a la razón a intuir unas razones que ella misma no puede pretender agotar, sino sólo acoger.
Además, fuera de esta perspectiva, el misterio de la existencia humana resulta un enigma insoluble. "¿Dónde podría el hombre buscar la respuesta a las cuestiones dramáticas como el dolor, el sufrimiento de los inocentes y la muerte, si no en la luz que brota delmisterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo?".
En el segundo capítulo se pone de relieve que la peculiaridad que distingue el texto bíblico consiste en la convicción de que hay una profunda e inseparable unidad entre el conocimiento de la razón y el de la fe. Se demuestra cómo el pensamiento bíblico, basado en esta unidad, había ya descubierto una vía maestra hacia elconocimiento de la verdad: la imposibilidad de prescindir del conocimiento ofrecido por Dios, si se quiere conocer plenamente el camino que todo hombre debe recorrer para responder a las preguntas fundamentales sobre la existencia.
Entender para creer
En el tercer capítulo, el Papa parte de la experiencia de que todo hombre desea saber, y de que la verdad es el objeto propiode ese deseo. El hombre, con su razón, que pregunta siempre y sobre todas las cosas, tiene la posibilidad de alcanzar la verdad sobre su existencia, una verdad que por su naturaleza es "universal", válida para todos y para siempre, y "absoluta", es decir, definitiva: "las hipótesis pueden ser fascinantes, pero no satisfacen".
El hombre busca la verdad, pero "esta búsqueda no estádestinada sólo a la conquista de verdades parciales, fácticas o científicas. Su búsqueda tiende hacia una verdad ulterior que pueda explicar el sentido de la vida; por eso es una búsqueda que no puede encontrar respuesta más que en el absoluto". Esta verdad se logra no sólo por vía racional, sino también mediante la confianza en el testimonio de los otros, lo cual forma parte de la existencia normalde una persona: "En la vida de un hombre, las verdades simplemente creídas son mucho más numerosas que las adquiridas mediante la constatación personal".
La inteligencia de la fe
Como "la verdad que nos llega por la Revelación es, al mismo tiempo, una verdad que debe ser comprendida a la luz de la razón", es muy importante el papel de la filosofía. El capítulo cuarto realizauna síntesis histórica, filosófica y teológica de cómo el cristianismo entró en relación con el pensamiento filosófico antiguo. "Los primeros cristianos, para hacerse comprender por los paganos, no podían referirse sólo a 'Moisés y los Profetas'; debían también apoyarse en el conocimiento natural de Dios y en la voz de la conciencia moral de cada hombre".
Este capítulo presenta elejemplo de los Padres de la Iglesia, los cuales, con la aportación de la riqueza de la fe, "fueron capaces de sacar a la luz plenamente lo que todavía permanecía implícito y propedéutico en el pensamiento de los grandes filósofos antiguos". En la Edad Media se pone el esfuerzo en encontrar las razones que permitan a todos entender los contenidos de la fe. De perenne actualidad es la aportación delpensamiento de santo Tomás de Aquino y su visión de una completa armonía entre la fe y la razón, basada en el principio de que "lo que es verdadero, quienquiera que lo haya dicho, viene del Espíritu Santo". "La fe no teme a la razón, sino que la busca y confía en ella".
Una falsa modestia
La llegada de la época moderna señala la progresiva separación entre la fe y la...
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