Filantropia
La nueva Constitución de Venezuela cambió, en nuestra opinión, el enfoque de la filantropía en el país. Ese deber moral, cuyo cumplimiento sólo nuestra conciencia puede reclamarnos; o social, en virtud del cual el empresario tiene una deuda con la comunidad, porque éstale facilita el marco propicio para el desarrollo de sus actividades; ahora es, además, para todos, empresarios o no, pero particularmente para éstos, un deber legal.
Desde las primeras décadas del Siglo pasado, el legislador venezolano ha hecho un esfuerzo digno de alabanza, para estimular la filantropía en general y la empresarial, en particular; y siempre ha tomado en cuenta el importante rolque cumplen las organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo del Estado. Sin embargo, hasta ahora los resultados no han sido proporcionales a la magnitud de ese esfuerzo, porque el marco legal esbozado por el legislador para el Tercer Sector requiere, por una parte, pequeños pero importantes ajustes en determinadas leyes existentes; y, por otra, una mayor autorregulación por parte de lasmismas organizaciones de la sociedad civil.
Contra lo que algunos podrían pensar, leyes que regulen específicamente a las asociaciones civiles y a las fundaciones, por muy bien intencionadas que sean, podrían resultar nefastas para el Tercer Sector venezolano; así como también lo sería una ley especial que estableciese privilegios o incentivos fiscales para grupos o categorías deinstituciones no lucrativas en perjuicio de otras.
Al tratar sobre la filantropía empresarial -o filantropía empresaria, o ciudadanía empresaria, como también algunos la denominan- debemos tener en cuenta las posiciones o tendencias que han ido conformando ese concepto, algunas de las cuales coexisten en diversos países y regiones:
Primeramente, la filantropía se concebía como un deber individual,inmanente a la persona humana, más moral que jurídico, y en la mayoría de los casos, de naturaleza religiosa, basado en el “amor al prójimo”; de allí el origen de la palabra “filantropía”. La filantropía se veía como un acto voluntario, espontáneo e individual, tanto para quien la realizaba como para quien la recibía. Era igual para empresarios y no empresarios. Así que en esa primera posición, nopodía hablarse estrictamente de una filantropía empresarial. Era filantropía, pero no empresarial. Era un deber del individuo para consigo mismo y, por tanto, sólo su conciencia podía reclamárselo. [1]
Con el liberalismo y el desarrollo de las actividades mercantiles e industriales surgió una segunda posición, no superada del todo en muchos países, que corresponde a una línea de pensamientodesligada de ese concepto primigenio de caridad, y en virtud de la cual el único deber social de los comerciantes y empresarios, era el de pagar los tributos correspondientes a sus actividades lucrativas. En realidad esta segunda posición, a nuestro juicio, tampoco puede llamarse filantropía empresarial, porque carece de todo elemento volitivo, de la espontaneidad y deseo de ayudar quecaracterizan a la filantropía. A diferencia de la anterior esa contribución puede ser empresarial, pero no es filantropía. De acuerdo con esa posición, cualquier deber de los empresarios hacia la comunidad queda compensado por el hecho de pagar éstos sus tributos y generar puestos de trabajo en el desempeño de sus actividades lucrativas. [2] Esa segunda posición es de mención obligada, porque en ella seinspiran todavía algunos países de nuestra región. Hay empresarios que se adhieren a ella, porque les resulta difícil aceptar su obligación de apoyar financieramente a las organizaciones del Sector No Lucrativo, cuando las ven como potenciales competidoras o rivales, especialmente por los beneficios fiscales o de otra naturaleza que dichas organizaciones reciben tanto del Estado como de los...
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