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Caso sobre la importancia de las creencias
Valparaíso, Chile, (apro).- El 16 enero no fue un domingo como cualquier otro en
Concepción, ciudad localizada en las cercanías del Pacífico, a orillas del gran río Bio-
Bio y a unos de 600 kilómetros al sur de Santiago. Desde temprano hubo un fuerte calor
que estuvo acompañado de cierta neblina y de un inusual viento para estaépoca del
año. Es debido a estas particulares condiciones del tiempo que el jefe de prensa de la
radio Bio-Bio, Salvador Schwartzmann, le dijo al hombre de los controles: “Prepárate,
porque en la noche van a empezar a llamarnos que hay terremoto”.
Esto se explica debido a que en Chile –país de gran actividad sísmica--, se tiende a
pensar que los días de calor, que van acompañados de ciertaoscuridad en los cielos,
son señal de que puede haber movimientos telúricos. Así que durante la tarde se
sucedieron una tras otra las llamadas de inquietos radioescuchas que no sólo
preguntaban por la posibilidad de un terremoto, sino también si se sabía de
movimientos extraños en los mares que presagiaran un maremoto o tsunami.
Las llamadas comenzaron más temprano de lo esperado y muchas deellas aseguraban
que el mar se recogía, pero esto no lograba inquietar a Schwartzmann, debido a que él
estimaba que la gente estaba sobrexcitada por el tsunami del sudeste asiático, cuyas
imágenes han causado gran impacto en Chile.
¡Ahí viene la ola!
Sin embargo, un correo electrónico llegado a las 20:48 logró sacudirlo de la modorra
dominguera. Este mail estaba titulado: “Maremoto en SanPedro (poblado contiguo a
Concepción)”, y en su interior decía: “Señores de La Radio (Así se conoce a la Bio-
Bio)… He tenido noticias vía telefónica de posible maremoto en San Pedro. Estarían
sonando sirenas y lloviendo. Por favor contesten rápido”.
En entrevista con Apro, Schwartsman cuenta que en un santiamén pescó el teléfono y
marcó el número del comandante de la Guarnición Marítima delvecino puerto de
Talcahuano. Éste se comunicó al instante con la capitanía de puerto para recabar
información, y en dos minutos llamó de vuelta:
--El mar se ha recogido 0.45 metros --dijo.
--¿Y cuánto es lo normal en esta época? --replicó Scwartzmann.
--0.43 --expresó el oficial.
O sea, según la tabla de mareas, ese día el mar se había recogido dos centímetros más
de lo normal. Sin embargo,a los pescadores de las caletas de San Pedro y Talcahuano
les parecía que la recogida era mucho mayor. Además, muchas personas estimaron
que el Bio-Bio contenía un caudal superior al habitual, todo lo cual fue generando
alarma, la que no tardó en expandirse por el conurbano costero penquista --como se
conoce a la zona de Concepción--, que comprende el puerto de Talcahuano y las
comunas deSan Pedro y Hualpén, entre otras.
A eso de las diez de la noche, eran miles los que salían despavoridos de sus hogares
en una loca búsqueda por alcanzar cerros o terrenos de mayor altura. Las calles se
llenaron de personas que iban con frazadas, botellas de agua e hijos a cuestas,
mientras los gritos de “¡Viene la ola!” los hacían temblar de miedo. Testigos cuentan que
muchas personas estabandescalzas y en paños menores, y que en la plaza de
Concepción pudo observarse a una señora que corría despavorida con un flotador de
piscina en la cintura.
Una de las primeras poblaciones en comenzar a evacuarse fue Villa Las Salinas, que es
habitada en su gran mayoría por oficiales y suboficiales de la Armada y sus familias.
Esto ayudó a expandir la alarma, puesto que las personas quevieron esto pensaron: “Si
los marinos arrancan, es por que algo grave está pasando”, como expresó
Schwartzmann. A las once de la noche el alto tráfico de llamadas saturaba las líneas
telefónicas de la ciudad.
A la una de la mañana, la histeria alcanzó su punto máximo. Cientos de personas se
congregaron frente a la Primera Comisaría de Carabineros de Concepción, y exigían
que los funcionarios...
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