Francois dolto
SIGLO VEINTIUNO EDITORES S. A. 1996 – Madrid – 16º Edición
EVOLUCIÓN DE LOS INSTINTOS
1. LAS DIVERSAS ETAPAS
Todo instinto, pulsión biológicaprimitiva, participa de un dato que caracteriza a todas las
manifestaciones de la vida: el ritmo, (fases de reposo y de excitación alternantes). Las fases de reposo son
mudas" las fases de excitacióncorresponden a la aparición de pulsiones. Y esto tanto para el hambre como
para la libido. Las pulsiones instintivas estarán, pues, sometidas la repetición.
Los instintos de conservación no puedendiferir mucho tiempo su satisfacción sin amenazar la vida
misma del sujeto y, por este motivo, la energía que el individuo despliega para obtener su gratificación no
puede desplazarse.
Los instintossexuales, al contrario, pueden ser diferidos y su energía puede transformarse en
beneficio de otras actividades.
Hemos visto que, en el sentido freudiano de la palabra, sexual no significa genital, y elcalificativo de
genital no se atribuye sino a ciertas manifestaciones de la sexualidad, las más tardías y más acabadas del
desarrollo del individuo. Pero el hedonismo del niño (es decir, "labúsqueda del placer") se despierta
extraordinariamente temprano.
El placer que da la excitación rítmica de una zona corporal cualquiera debe, pues, calificarse de
sexual, aun cuando no apunte a la uniónde los gametos. En efecto, el principio pulsional que apunta en la
infancia a la excitación de numerosas zonas erógenas (todo el cuerpo puede llegar a ser su sede) no difiere
de aquel que, más tarde,se ligará a la vida sexual genital del adulto y cuyas manifestaciones resultaron
incomprensibles hasta Freud. Al chupeteo del lactante (fuera de las mamadas) suceden el chupeteo del
pulgar, de lapluma, del cigarrillo y el beso, acto hedónico al que no se puede negar el calificativo de
erótico:
Ahora bien, no hay mejor criterio objetivo del desarrollo humano que el criterio afectivo, es...
Regístrate para leer el documento completo.