General Sikorski
Por: Erwin López
En esos fatídicos años campeaba por el mundo el fantasma de la muerte, la II Guerra Mundial estaba llevando a su máxima expresión de violencia el odio racial y el radicalismo político. Ningún pueblo había sufrido más que el polaco, su territorio, como otras tantasveces, fue repartido sin su consentimiento entre el totalitarismo soviético y el alemán, sus intelectuales fueron encarcelados y vejados, su clase política fue vilmente asesinada y la sensación general entre ellos era de desazón, de humillación y vergüenza.
En medio de este escenario aparece el General Wladyslaw Sikorski, pensador, militar y líder político polaco que se encargó de darle dignidad auna nación postrada. Su activa labor diplomática permitió que la voz de los polacos se diera a conocer en el mundo libre, y también entre aquellos que los habían masacrado, y aquí estimados lectores, empieza el horror.
Parte de la labor que supone dominar territorios conquistados o poco dóciles radica en eliminar aquellos factores que pudieran perturbar la “PAZ” y el establecimiento de un ordenque permita el dominio, eso lo hicieron muy bien los conquistadores del país de Sikorski, de los nazis se sabe mucho, de los rusos muy poco, hasta ahora.
Los hechos son los siguientes: luego de la derrota polaca en 1939, los rusos encarcelaron a los oficiales del ejército, a los intelectuales, a los políticos y a cualquier polaco que pudiera generar algún tipo de resistencia al régimen comunistaen asentamientos cercanos a la ciudad de Smolensk. El perfil de estos prisioneros los hacía peligrosos políticamente ya que podían perturbar la imposición del régimen soviético por lo que la situación invitaba a salir de ellos lo antes posible, y por eso, mediando orden previa de José Stalin, la NKVD –policía política del régimen- asesinó con pistolas alemanas a más de 22000 polacos en un lapsode dos meses en el bosque de Katyn, cercano a la referida ciudad de Smolensk.
Muchos rumores fueron y vinieron sobre el destino de los desaparecidos polacos hasta que una unidad del ejército Nazi que atacaba Smolensk durante la campaña contra la Unión Soviética, hizo el descubrimiento de las fosas comunes donde habían sido asesinados fríamente, y presentaron ante la opinión mundial la masacre.Sikorski, que hasta ese momento había sido muy moderado en sus relaciones con la URSS, aprovechó la oportunidad de una reunión con Stalin en el Kremlin, para pedirle ante toda la prensa internacional proaliada que le permitiera a la Cruz Roja, verificar la certidumbre del hallazgo alemán, a lo cual Stalin se negó rotundamente, afirmando que su gobierno no tenía nada que ver con esos asesinatos.
Esimportante entender el contexto en el que se da la reunión entre el gobierno polaco en el exilio y la URSS. Es un contexto en el cual los polacos están del lado débil de la Historia, es un contexto en el cual los polacos no podían tomar medidas efectivas y contundentes para liberar a su país de la opresión, fue una situación en la cual el gobierno polaco en el exilio tuvo que reunirse con unrégimen cínico, que luego de tomar el este de Polonia y de matar a gran parte de la intelectualidad polaca, se sentaba con los “buenos” a dialogar sobre paz y futuro.
A pesar de estas condiciones, Sikorski fue a reunirse, porque era su responsabilidad ante la Historia y ante su pueblo, Anders, un compañero de lucha en el exilio y gran jefe militar polaco estaba en contra de ir a Moscú, y sin embargolo acompaño en la misión diplomática. Me imagino lo que pensaban Sikorski y Anders mientras volaban a la capital de la Unión Soviética: ¿Pero por qué? ¿Por qué asistir a una reunión con quien no quiere el diálogo real? ¿Por qué aguantar la humillación de la risa fingida de Stalin? ¿Por qué sentarnos en la mesa con nuestro enemigo histórico? Bueno, porque las condiciones eran seguras, porque...
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