Guerra
La recuperación económica, más allá de ciertas restricciones comerciales, se venía dando en un marco decooperación internacional, tanto en el ámbito financiero como en el monetario. Sin embargo, la percepción de una reactivación económica frágil, principalmente en los países desarrollados, atenta con terminarcon la voluntad de cooperar.
A partir de la intervención que realizó el Banco Central de Japón en los últimos días para evitar que su moneda se apreciara, esta práctica común entre los países endesarrollo llegó a las principales economías y genera temor ante una posible “guerra cambiaria”.
Desde el mes de mayo, la divisa japonesa comenzó a mostrar una sostenida tendencia de apreciaciónrespecto del dólar, pasando de 94,6 a 83,5 U$S/JPY en cinco meses. La compra de dólares por parte del Banco Central japonés en la última semana de septiembre no sólo fue un intento por mantener lacotización del Yen, sino también una clara señal al mundo de su necesidad de tener un tipo de cambio mayor para no complicar su recuperación económica y empeorar aún más la deflación.
Una moneda más débilcontribuye a mejorar las exportaciones y, de esta manera, la producción nacional. Sin embargo, para que una moneda se debilite es necesario que otra se fortalezca, ya que los tipos de cambio son valoresrelativos, derivando en una menor competitividad de los productos del país que ve su divisa fortalecida.
Es por esto que, en momentos en que la recuperación económica en el mundo desarrollado aúnes frágil, ningún país quiere jugar el rol de “moneda fuerte” y el cruce de amenazas de devaluación y acusaciones de elevada intervención comienzan a ser cada vez más fuertes.
Al ya repetidoreclamo de Estados Unidos por la deprimida moneda China, se le sumó la advertencia del presidente del Banco Central de Brasil ante una excesiva caída del tipo de cambio del real frente al dólar, que...
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