Habacuc
Habacuc, contemporáneo de à Jeremías, vivió durante la crisis de la caída del imperio asirio (la caída de Nínive, 612 a.C. à Nahúm) y el surgimiento del imperio babilónico, que resultó en la destrucción de Jerusalén y el inicio del exilio (587/6). E común fechar el s libro alrededor del 600 a.C., entre la derrota de Egiptopor Babilonia en la batalla de Carquemis (605 a.C.), que le dio a Nabucodonosor el Cercano Oriente, y provocó el primer asedio de Jerusalén por Babilonia en 597. Sin embargo, la ma yoría considera que el blanco original de los ayes en 2:5-20 era un opresor de Judea (como Joaquín), y que en la forma final del libro fueron redirigidos contra Babilonia. Además, el himno arcaico al final (Hab 3)pareciera proceder de la época pre-monárquica, pero habría sido incorporado en Habacuc para describir una teofanía donde Dios se manifiesta como guerrero cósmico en el futuro (tal vez todavía dentro de la historia, pero también podría ser uno de los primeros textos escatológicos). En medio de la crisis de su propio pueblo (Judá) y de la lucha entre imperios, Habacuc se atreve a pedirle cuentas a Dios desu gobierno providencial del mundo. El profeta reconoce que Judá ha pecado, y empieza con una denuncia de sus injusticias (1:2-4). Pero ¿por qué, entonces, elige Dios a los bárbaros babilonios como instrumento de su juicio (1:5-11)? ¿Por qué escoge para castigar al pueblo de Judá a un cruel imperio opresor e idolátrico mucho peor (1:12-17)? Así, frente a la violencia del imperio babilónico (“loscaldeos”, 1:6), Habacuc nos obliga contemplar detenidamente el problema del mal (la teodicea), y nos lleva desde la duda (1:1-2:4) y la denuncia (2:5-20) hasta la confianza, esperanza y alabanza (3:1-19). Pero Habacuc no plantea el problema del mal en la esfera de las tragedias personales (enfermedades, muertes prematuras), sino en el plano de las naciones. Por lo tanto, la respuesta divina, a lomejor es parcial: por caminos paradójicos, el Señor de la historia esta preparando el triunfo final de la justicia (2:5 -20; 3:1 -19). Mientras tanto, el justo vivirá por su firme confianza en este Dios y la lealtad y fidelidad que su fe inspira (2:1-4; ver BJ, 1091). Bosquejo 1:1-2:4 Dos quejas de los oprimidos, dos respuestas divinas 1:2-4 Primera queja: la bancarrota de la justicia en Judá1:5-11 Respuesta divina: los caldeos, azote de Yahvé 1:12-2:1 Segunda queja: las vejaciones del opresor 2:2-4 Respuesta divina: el justo vivirá por su fidelidad 2:5-20 Cinco maldiciones (imprecaciones, “ayes”) contra el imperio opresor: 3:1-19 Un salmo arcaico: Himno a Yahvé, el Dios libertador En los cinco ayes (2:5-20), el profeta denuncia las injusticias que caracterizaron la construcción delimperio (Pleins 2001:191). Después de cuatro ayes que condenan la codicia y la injusticia, el último ay denuncia la idolatría de la ideología que racionaliza toda la opresión y violencia imperial. En el himno final (3:1-19), Habacuc aplica un salmo arcaico (la celebración del triunfo de Dios en la creación contra el caos primordial) a la
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victoria de Yahvé, manifestada en la caída del imperiobabilónico y en la liberación de Judá. 1 Pobres y oprimidos. Solamente en el himno final (3:14) Habacuc habla explícitamente de “un pobre” (´ani; pobre oprimido; “pobre indefenso”, NVI), que representaría a todo el pueblo de Judá en el proceso de ser liberado por Yahvé. Sin embargo, en el primero de los cinco “ayes”, el profeta se refiere al empobrecimiento de los pueblos como consecuenc ia de laconstrucción del imperio (babilónico): los “deudores” (nshk , 2:7) “saquear” (shll, 2:8 8). Aunque el empobrecimiento en Habacuc es consecuencia de la violencia de otros imperios y naciones más poderosos, los que sufren la invasión y saqueo, primero Judá y después Babilonia, también han sido injustos (1:2-4; 1:9, 13; 2:8, 17). En vez de hacer hincapié en la pobreza, sin embargo, Habacuc protesta...
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