Historia de le Religión natural
David Hume
TITULO ORIGINAL: Dialogues concerning Natural Religion (1779)
Diseño de cubierta: Alianza Editorial
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@ Carlos Mellizo; 1999
@ Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1999
Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid; teléf. 91 393 88 88ISBN: 84-206-3528-6
Depósito legal: M. 18.055-1999
Impreso en Anzos, S. L. - Fuenlabrada (Madrid)
Printed in Spain
Diálogos sobre la religión natural
Pánfilo a Hermipo
Se ha hecho notar, amigo Hermipo, que aunque los filósofos antiguos impartían la mayoría de sus enseñanzas en forma de diálogo, este método de composición ha sido muy poco practicado en épocas más recientes yapenas si ha tenido éxito en manos de quienes se han atrevido a intentarlo. Una argumentación exacta y regular, tal y como ahora se espera de las investigaciones filosóficas, obliga a un hombre de manera natural a emprender un camino didáctico y metódico que le permita explicar inmediatamente y sin preámbulo alguno el punto al que se dirige; y, de ahí en adelante, proceder sin interrupción adeducir las pruebas sobre las que su argumentación se funda. Presentar un sistema en forma de conversación resulta muy poco natural; y mientras que el que escribe un diálogo desea, al apartarse del estilo directo, dar un aire más libre a su trabajo y evitar la aparición de un autor y un lector, corre el riesgo de toparse con otro inconveniente más grave y dar la imagen del pedagogo y el discípulo.Por otra parte, si va a desarrollar la discusión en un ambiente de amigable camaradería sirviéndose de una variedad de asuntos marginales y conservando un equilibrio entre los dialogantes, a menudo pierde tanto tiempo en preparaciones y transiciones, que el lector difícilmente se verá compensado, por muchas que sean las amenidades inherentes al diálogo, al perder el orden, la brevedad y laprecisión que han tenido que sacrificarse.
Sin embargo, hay algunos temas a los que la escritura dialogada se adapta particularmente y en los que el diálogo es preferible al método de composición directo y simple.
Cualquier punto de doctrina que sea tan obvio que apenas admita discusión, pero que al mismo tiempo sea tan importante que nunca pueda ser inculcado con excesiva frecuencia, parecerequerir algún método de este tipo para ser tratado; un método en el que la novedad del estilo pueda compensar lo viejo del asunto, en el que la vivacidad de la conversación pueda reforzar el precepto, y en el que la variedad de puntos de vista expuestos por los diferentes personajes pueda hacer que la obra no resulte ni tediosa ni redundante.
Por otra parte, cualquier punto de doctrina que sea tanoscuro e incierto que la razón humana no pueda determinarse con exactitud respecto a él parece llevamos naturalmente -si decidimos tratarlo- a hacerla en forma de diálogo y conversación. A hombres razonables puede permitírseles diferir en aquello de lo que nadie puede estar razonablemente seguro. Sentimientos opuestos, incluso sin llegar a conclusión alguna, proporcionan un agradableentretenimiento; y si el asunto es curioso e interesante, el libro nos servirá para sentimos en cierto modo acompañados y unirá los dos placeres más grandes y más puros de la vida humana: el estudio y la convivencia.
Felizmente, todas estas circunstancias se dan en el tema de la religión natural. ¿Qué verdad hay tan cierta y evidente como la de la existencia de un Dios, verdad que han reconocido...
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