homosexualidad
homosexualidad
Nicolas Paredes
Introducción:3
Enfoque psicoanalista Freud:4 y 5
Robert L. Spitzer:6
Orientación sexual:7 y 8
Homosexualidad:9
Conclusión:10
Opinión crítica:11 y 12
Bibliografía:13
INTRODUCCIÓN
La homosexualidad ha sido perseguida, tolerada o incluso reconocida, como sucedía en la Grecia Clásica. En la actualidad,Occidente todavía muestra cierto rechazo hacia las prácticas gays, aunque más de la mitad de las culturas del mundo las admite. ¿Y en el marco legal? ¿El religioso? Los gays han logrado grandes avances en pos de su aceptación, pero restan muchas batallas por ganar.
Para unos es una moda, para otros, una forma de reivindicar la homosexualidad. En todo caso, popularizar los rasgos que la definen -elglamour, las divas- entraña los peligros de reafirmar temas sobre este colectivo y de su explotación sólo con fines comerciales.
En este trabajo, de hecho, me permito incluir un glosario gay para entender más acerca de esta `cultura', y se facilite el entendimiento de la investigación.
El concepto de gay surgió a partir de los años sesenta. Adoptado por el colectivo homosexual, expresaba unaconducta reivindicativa y una disposición a expresarse más abiertamente en la sociedad. Pero la homosexualidad tal como la conocemos existe desde tiempos inmemoriales, según demuestran testimoniales encontrados a lo largo de la historia y en todas las civilizaciones. Por ejemplo, según la mitología egipcia, Thoth, el dios de la sabiduría, era hijo del dios Min, quien penetró analmente a un enemigo quequedó embarazado de él.
A mediados del siglo XIX se produce un cambio: los psiquiatras forenses Michea, Casper y Ulrichs elaboran la idea del homosexual como especia, mientras que teorías como la de Krafft- Ebing lo reducen a una categoría degenerativa. Este proceso, por el que pasa de ser considerado un criminal a verse como un enfermo, culmina a finales del siglo, cuando aparece la noción dehomosexualidad como categoría clínica.
Aunque Sigmund Freud jamás consideró a la homosexualidad como enfermedad o como perversión, muchos de sus herederos no sólo negaron el derecho de las personas homosexuales a ejercer el psicoanálisis, sino que también las señalaron como carne obligada de diván y de posible “cura”. A pesar de que han transcurrido casi 40 años desde que la Asociación PsiquiátricaAmericana quitó a la homosexualidad de la lista de las enfermedades mentales, aún hoy ronda el fantasma de la desviación en algunos consultorios. Y, sin dudas, el tema de las familias “homoparentales” vuelve a dividir las aguas y a poner en jaque la concepción de la normalidad, del modelo moral y correcto del que esta disciplina suele colocarse como fiel guardián.
De hecho, como clínico, Freud seexcusó varias veces de tratar a pacientes homosexuales, quienes muchas veces acudían a él a instancias de un psiquiatra, un médico de familia o un pariente como la madre norteamericana. No en vano son casi inexistentes los casos protagonizados por homosexuales en su obra. Con la sola excepción de una joven homosexual que trató hacia 1920 y cuyo análisis quedó trunco luego de que ella tuviera unintento de suicidio y Freud decidiera derivarla. Pero lo cierto es que para él los homosexuales no constituían “casos”, por lo que no había razón alguna para ponerlos por escrito. Y esa manera abierta y desprejuiciada de entender la homosexualidad, que en parte se debía a su creencia de que todo sujeto es susceptible de hacer esa elección sexual en función de la bisexualidad que está en la base delpsiquismo, también se ve en cómo Freud sostuvo hasta su muerte –a contrapelo de la opinión de la mayoría de sus colegas– que no había motivos para que se les negara a los homosexuales la solicitud como aspirantes a psicoanalistas.
Fue esa controversia la que dividió, en diciembre de 1921, a los miembros del Comité Directivo de la IPA, la internacional freudiana, luego de que los analistas...
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