Interpretaciones Semioticas
La obra de Peirce, a pesar de su oscuridad y complejidad, ejerció una importante influencia en autores posteriores. Entre ellos se suele destacar, ya en el siglo XX, a W. Morris como el autor cuya obra sistematizadora ejerció la función de puente entre los pioneros de la semiótica y sus practicantes más conspicuos en el sigloactual.
La teoría que Morris tenía del signo era esencialmente conductual: los signos no son únicamente realidades representadoras, sino que su característica fundamental es la de operar de forma suficientemente similar a la realidad que sustituyen. Por ello, su definición de signo apela a la identidad relativa de efectos entre éste y la realidad sustituida: Si algo (A) rige la conducta hacia unobjetivo en forma similar (pero no necesariamente idéntica) a como otra cosa (B) regiría la conducta respecto de aquel objetivo en una situación en que fuera observada, en tal caso (A) es un signo. Esta definición era, no obstante, demasiado simple como para ajustarse al funcionamiento de la clase más importante de signos, los signos lingüísticos que, en cuanto respuesta a estímulos, tienen lapropiedad de ser mediatos. Para acomodar su concepción a ese tipo de signos, Morris ideó la noción de estímulo preparatorio, matizando mediante ella su definición: Si algo, A, es un estímulo preparatorio que, en ausencia de objetos-estímulo que inician una serie de respuestas de cierta familia de conducta, origina en algún organismo una disposición para responder dentro de ciertas condiciones, por mediode una serie de respuestas de esta familia de conducta, en tal caso A es un signo. Dicho de otro modo, los signos lingüísticos funcionan como estímulos sustitutorios de objetos-estímulo, predisponiendo a una respuesta ante ellos que es fundamentalmente similar a la que provoca su presencia efectiva.
Esta reorientación conductista de la concepción semiótica afecta, como es natural, al análisisde la relación semiótica. Los acontecimientos mentales que, en la concepción de Peirce, constituían la mediación necesaria entre el signo y su objeto, son concebidos por W. Morris como disposiciones para un tipo de respuesta: Llamaremos intérprete a cualquier organismo para el cual algo es un signo. Se llamará interpretante la disposición en un intérprete para responder, a causa del signo, pormedio de series de respuestas de cierta familia de conducta. Lo que permite completar la serie de respuesta para la cual el intérprete se encuentra preparado a causa del signo, será la denotación (denotatum) del signo. Diremos que un signo denota un denotatum. Aquellas condiciones que son de tal índole que todo lo que las cumpla será un denotatum recibirán el nombre de significado (significatum) delsigno. La relación semiótica sigue entendiéndose pues como una relación triádica (signo, interpretante, denotatum, referencia u objeto), pero distinguiendo entre el objeto mismo y las condiciones o propiedades que se deben dar para que pueda producirse la relación signo-denotatum, que Morris denominó significados y que, en una obra posterior (La significación y lo significativo), especificó comocontextos, que pueden incluir, aunque no necesariamente, otros signos.
Dimensiones semióticas
Las dimensiones de la semiótica distinguidas por Morris se corresponden con las diferentes relaciones diádicas que se pueden establecer entre los componentes de la semiosis: En términos de los tres correlatos (vehículo-señal, designatum, interpretante) de la relación triádica de la semiosis, se puedeextraer una multitud de otras relaciones diádicas. Se pueden estudiar las relaciones de los signos con los objetos a que son aplicables. Esta relación se llamará la dimensión semántica de la semiosis ( ... ) El objeto de estudio puede ser también la relación de los signos con los intérpretes. Esta relación se llamará la dimensión pragmática de la semiosis (...) Una relación importante entre los...
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