Kant Simb Lo Noumeno
1/2/06
10:43
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Enrahonar 36, 2004
139-151
La reflexión en lo estético y su significado ético.
Una crítica a la solución kantiana
Christoph Menke
Universidad de Potsdam
Resumen
Este artículo pone en relación dos tesis kantianas respecto a la estética en aparente contraposición: la afirmación de la autonomía de lo estético respecto a lo ético y la afirmación
dela belleza como símbolo de la moralidad. El autor constata que esta aparente confrontación se resuelve gracias al concepto de la analogía propuesta por Kant entre lo bello y lo
bueno, así como por la comprensión de la orientación del gusto estético hacia lo bello y
de la actitud moral hacia el bien como disposiciones resultantes de un proceso de reflexión. Esta noción es atendida especialmente enel artículo según sus tres acepciones.
Palabras clave: reflexión, belleza, bien, ética, estética.
Abstract
This article connects two seemingly contradictory Kantian thesis with respect to the aesthetics: the statement of the autonomy of the aesthetic in front of the ethical and the assertion of the beautiful as a symbol of morality. The author points to the fact that this apparent
confrontationclears up thanks to the concept of analogy proposed by Kant between the
beautiful and the good, and again thanks to the understanding of the orientation of both
the aesthetic taste and the moral attitude in front of the good as dispositions resulting from
a process of reflexion. This notion is dealt with in the article according to its three meanings.
Key words: reflection, beauty, good, ethics,aesthetics.
Sumario
1. Lo bello como símbolo de lo bueno
2. Tres significados de la reflexión estética
3. «Autonomía» estética
4. La «energía» de la reflexión estética
Enrahonar 36 001-173
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140 Enrahonar 36, 2004
Christoph Menke
1. Lo bello como símbolo de lo bueno
En la Crítica del juicio se plantea la pregunta por la relación entre el gusto estético y la actitudmoral bajo dos premisas tensamente relacionadas. Por una
parte, Kant se posiciona en contra de los intentos llevados a cabo simplemente con «buena intención» y en contra de las ocupaciones estéticas del hombre
que «queriendo enderezar(se) hacia el último fin de la humanidad», se dirigen
«hacia el bien moral», y remiten a la «experiencia», dado «que virtuosos del
gusto, se abandonan, no sólo a menudo,sino hasta generalmente, a pasiones
vanas, caprichosas y desastrosas, y que quizá menos que otros pueden pretender ostentar una superioridad de la devoción a principios morales» (§ 42,
B 165).1 Así, pertenece al sentido, al sentido propio del gusto estético, el seguirlo y todavía más le pertenece verdaderamente a un «virtuoso» del gusto estético, lo cual no implica en modo alguno una creciente«devoción a principios
morales». Ciertamente, tanto el gusto estético como la conciencia ética siguen
en sus juicios una ley distinta, puesto que están determinados por el hecho de
que se dan a sí mismos su propia ley (compárese con § 59, B 258). Ésta es la
«autonomía» subrayada por Kant (observaciones generales, B 69), que, respecto a su relación mutua, significa que sus estándares normativos sonirreductibles entre sí.
A esta afirmación se le contrapone la siguiente constatación explícita y
directa: «lo bello es el símbolo del bien moral» (§ 59, B 258). Así cita Kant
una concepción tradicional sobre la relación entre lo estético y lo ético que,
desde Platón hasta Colin McGuinn, ha encontrado una amplia difusión no
solamente histórica. Según esta concepción, nuestros juicios normativossobre
lo bueno y sobre lo bello están acoplados estructuralmente. Por eso ambos juicios tiran el uno del otro; a nuestro juicio sobre lo bueno, le sigue uno sobre lo
bello y a la inversa. Sin embargo, esta afirmación no es una simple tesis identificadora: ni el contenido normativo de ambos juicios es idéntico ni se da la
misma perspectiva desde la cual un objeto es juzgado como bueno y como
bello....
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