La Ciudad De Los Prodigios
Eduardo Mendozano plantea sus novelas como entes históricos sino como valoraciones subjetivas (y, por tanto, manipulables) de un hecho histórico que, paradójicamente, también ha sufrido diversas manipulaciones desde su inicio. De ahí que se mezclen en sus narraciones desde el conocimiento más profundo y científico de la realidad que describe, hasta la manipulación más ostentosa de esos hechos por mor depresentarlos siempre bajo el humor, la ironía y la parodia.
La novela histórica que escribe el novelista barcelonés se convierte así en una parodia siempre envuelta en una sutil ironía que impide la identificación con la materia tratada. La historia se muestra así como espejo del presente. Es evidente que el motivo de esta reconstrucción pseudohistórica no es otro que cuestionar y transgredir larealidad, ponerla en entredicho, dudar incluso de ella y tratar de pasar la historia que recogen los libros por el tamiz de la intrahistoria, teniendo siempre como aliado el humor y la ironía.
Voy a tratar de ejemplificar en La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza toda esta nueva concepción original que el novelista aporta al concepto de ¨novela histórica¨. Es bien sabido que el trasfondohistórico de la novela no persigue simplemente una finalidad estética o una ubicación necesaria para dotar de verosimilitud al relato, sino que es también el análisis pormenorizado de una época recientemente pasada pero con claras relaciones de similitud con el presente desde el que escribe el novelista
Ya desde su inicio, la novela hace manifiesto su propósito de incluir datos objetivos copiosos sobreel pasado de Barcelona. Mendoza, como ha declarado en algunas ocasiones1, hace práctica su ideal de historiador y, como en El caso Savolta , se decide a contar la "intrahistoria" de un periodo cronológico de la ciudad de Barcelona. El narrador se concede plena libertad para aglutinar lo importante con lo secundario o trivial, lo cierto con lo falso, para excluir y silenciar, para resumir siglos enlíneas o abundar excesivamente en detalles nimios. Se problematizan así categorías naturalmente asumidas respecto a la Historia y la literatura. Y el hecho de que el narrador omita sugiere que los historiadores han procedido de la misma manera.
Por ejemplo, el narrador se condece la licencia de "desconocer" a ciencia cierta la fecha del nacimiento de Onofre, de quien se ofrece el dato cronológicodel bautizo (pág. 15). Sin embargo, no dudará en recrearnos su particular versión histórica de hechos aparentemente nimios como el de la pistola de la emperatriz Sissí. El narrador cruza a voluntad la frontera entre lo confiable y lo no confiable, hecho que se magnifica con el peculiar tratamiento fabulatorio de la Historia. Así, la novela explota las convenciones básicas del realismo...
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